Este Búho piensa que la partida de Juan Gabriel , el ‘Divo de Juárez’ , no es una muerte anunciada, donde ya los curas y las rotativas estaban listas para dar los santos óleos y las misas, y los medios con los reportajes especiales sobre su vida. Juan Gabriel , cuyo verdadero nombre era Alberto Aguilera, se encontraba en Estados Unidos, no en el Hospital John Hopkins, grave, sino en Los Ángeles, porque estaba embarcado en una gran gira presentando su show *‘MeXXIco es todo*’.
Justamente el último viernes Juan Gabriel se había presentado ante 17 mil 500 espectadores en el Forum Inglewood de Los Ángeles . La noticia de su fallecimiento es tan sorpresiva que nadie ha atinado a reflexionar sobre su deceso a los 66 años, pues en México y en buena parte del mundo, de la sorpresa se pasó al estupor y del estupor al dolor sentido.
Juan Gabriel tenía la categoría de ‘Dios’ en su país y era idolatrado en Latinoamérica y en España, gracias a los temas que escribió para su gran amiga Rocío Dúrcal. Fue su representante quien emitió un comunicado a la agencia de noticias AP, anunciando su fallecimiento con un texto corto: ‘Alberto Aguilera Valadez, el día de hoy completó su tiempo y se graduó de la vida’, rezaba el correo electrónico que se mandó a dicha agencia. Una periodista de Televisa confirmó la noticia porque varias veces la prensa había ‘matado’ al divo. ‘Murió de un infarto a las 11:30 de la mañana, hora de Santa Mónica, California’.
Resulta paradójico que Juan Gabriel falleciera justamente cuando se estrenó por todo lo alto su serie televisiva ‘Hasta que te conocí’. Una producción que contó con la participación del intérprete del tema del mismo nombre, que daba el título a la serie. ¿Por qué después de tantos años de negarle el derecho a las televisoras se atrevió a contar él mismo su historia? Es un misterio. ¿Sabría que le quedaban pocas semanas de vida? La única condición que puso es que respetaran la historia que él iba a contar.
La segunda condición de Juan Gabriel fue que no lo entreviste ningún periodista o guionista de la producción. Pidió que, para poder recordar, estar en confianza y no quebrarse ni cohibirse en las partes más duras y tristes de su infancia, sea una íntima amiga suya la que lo entrevistara y que los guionistas utilicen esa grabación.
Así también, Juan Gabriel rehuía inevitables preguntas y repreguntas demasiado indiscretas. A pesar que lo llamaban ‘El divo de Juárez’, él no nació allí, sino en el pueblo de Parácuaro, en Michoacán, y era el menor de diez hermanos. Su padre, en un arranque de esquizofrenia, quemó su campo de cultivo. Su viejita, asustada porque la próxima vez iba a quemar la casa con su familia adentro, huyó de la ciudad a Juárez con sus hijos, con el objetivo de labrarse un porvenir. Lamentablemente, solo podía velar por los mayores, pero el pequeño Albertito era muy chiquito, así que lo entregó a un orfelinato donde, según el cantante, tuvo una infancia muy infeliz.
Como recuerdo de esa época, nació uno de sus primeros grandes éxitos de Juan Gabriel: ‘Yo no nací para amar’: ‘Yo no nací para amar/nadie nació para mí…’. A su madre no la volvió a ver. Según él, la canción ‘Querida’, tal vez su éxito más grande y el que lo catapultó como ídolo latinoamericano, la escribió para una hermana mayor que era la que lo iba a visitar al orfelinato y lo trataba como a un hijo. Querida, dime cuando tú vas a volver/mira mi soledad que no me sienta nada bien….
La leyenda asegura que el pequeño Alberto habría sufrido abusos sexuales en el orfanato, algo que lo hizo adoptar un estilo de cantar visceral, más lindando con las divas del canto azteca que con los recios cantantes como Pedro Vargas o Javier Solís.
A los 10 años, un carpintero del hospicio le enseñó a tocar notas del piano y guitarra a Juan Gabriel. A los 16 se escapó y se refugió en un bar de prostitutas, que lo adoptaron porque cantaba como los dioses. El night club se llamaba ‘Noa Noa’ que, décadas después, se convertiría en una pegajosa canción.
Fue una vida durísima, pero Juan Gabriel se cuidó que en la serie se tocara ese escabroso tema sexual. Hasta 1980, vivió a la sombra de otros grandes baladistas mexicanos como José José, por ejemplo. A inicios de esa década, una serie de conciertos memorables en el Palacio de las Bellas Artes, del Distrito Federal, con inclusión de mariachis, lo convertirían en un ídolo de la música popular.
Todos querían grabar sus temas. El homenaje que le hicieron las ‘Pandora’ a Juan Gabriel lo convirtieron más famoso aún. También las canciones que grabaron Rocío Dúrcal, Marc Anthony, Lucía Méndez y Ana Gabriel. Escribió más de mil 800 canciones. Una de las imitaciones más recordadas que le hicieron en Latinoamérica fue la de ‘Papá’ Chuiman en ‘Risas y salsa’, de su tema ‘Querida’. Se fue un grande, debe estar cantándole a San Pedro. Apago el televisor.
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