Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su sabroso piqueo criollo con carapulcra, olluquito, ají de gallina, arroz blanco bien graneadito, rocotito molido y una jarrita de chicha morada al tiempo. “María, llegó a visitarme el gran periodista y marketero ayacuchano Malcom Mendocha. ‘Gary, cuando en los años 80 llegó , ‘El príncipe de la canción’, lo traté con reverencia por sus imbatibles éxitos: ‘El triste’, ‘Lo dudo’, ‘He renunciado a ti’. Le tributé un reconocimiento ¡en la sala de Redacción! entregándole un ‘Plato de plata’. Y lo sorprendí obsequiándole una guitarra de madera y se animó a pulsearla entonando su éxito ‘Almohada’.

Luego, atendiendo su cordial invitación, viajé a México. Cuando le pregunté a un taxista ¿quién es el mejor artista en el mero mero? Me respondió: “José José, el hijo del pueblo”. El ídolo azteca mandó a su chofer a recogerme en una limusina para cenar con él en privado. Al regalarle un lindo tapiz con motivos incaicos, exclamó: ‘¡Híjole!, qué padrísimo. Gracias. Ándale Malcom, vamos a platicar’. Entonces, encendí mi grabadora de casete e indagué: ‘¿Quiénes marcaron los inicios en tu carrera?’. Tomó un sorbo de agua mineral y dijo: ‘Heredé de papá José su voz de tenor. La fantasía del pentagrama con mamá Margarita, concertista de piano’.

Lo abordé con secretos inconfesables: ‘¿Te costó sostener la fama?’. Miró al cielo y José José confesó: ‘Luego de ganar una fortuna, recogiendo el aplauso mundial, tuve una vida agitada. Fui golpeado por una gran estafa de un familiar y me refugié en el alcohol hasta convertirme en miseria humana’. No soportó más, se agarró la cabeza y derramó lágrimas de varón. Con voz entrecortada, siguió: ‘Mi madre se iluminó. Me internó en un sanatorio de Minnesota, Estados Unidos. Cuando salí en situación precaria, mi viejita abrió un restaurante y trabajando duro me apoyó’.

La bendición llegó enseguida, hasta grabar ‘Por ella’ con José Feliciano, en la RCA Victor. José José me invitó al memorable homenaje por sus ‘Bodas de plata artística’, en el show ‘Siempre en domingo’ de Televisa, donde ¡cantó a dúo! con sus amigos Julio Iglesias y Roberto Carlos. Ha sufrido dolorosos divorcios y cantó a las parejas fallidas ‘Lo que no fue no será’. Su corazón no tiene color, porque grabó un álbum junto al mítico ‘Cantinflas’, a beneficio de la niñez africana. Sus canciones son himnos al amor y los no correspondidos’”. Ese señor Malcom Mendocha tiene unas historias increíbles al lado de grandes artistas. Me voy tarareando ‘40 y 20’. Cuídense.

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