Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos tallarines rojos con carne, queso rallado y un sabroso refresco de cocona. “María, la delincuencia aumenta y cada vez los criminales son más crueles. Sin escrúpulos, tras asaltar a un hombre, a quien robaron 10 mil soles en el Rímac, . Según estadísticas, la mayoría de delincuentes proviene de hogares rotos.

Son hijos de padres divorciados o viven en medio de la violencia, entre delincuentes, drogas, promiscuidad. Esto no significa que los hijos de padres divorciados están condenados a ir por el mal camino. Solo que hay más riesgo. Para que los chicos de hogares rotos tengan más posibilidades de ser personas de bien y felices, algunos consejos de los expertos:

El hijo debe saberse amado por papá y mamá.

No hay que hacerle escoger a uno de los padres.

Educar en común. Los padres o tutores deben esforzarse para uniformizar criterios en horarios de salidas, amigos, tiempo frente a la televisión y otros.

Evitar hablar mal del padre (o de la madre). Al contrario, siempre hay que hablar bien para que el niño no albergue malos sentimientos ni dudas.

No usar al hijo como aliado, pues se le puede provocar sentimientos de culpa o rechazo.

Si la mamá cría sola al niño, puede buscar una figura paterna, como el abuelo, un tío u otro adulto confiable.

Pero ya sea un hijo de padres divorciados o de un matrimonio bien constituido, es necesario no cometer errores comunes en su crianza. Hace un tiempo, la policía de Houston, Texas, distribuyó un volante titulado: ‘Cómo criar hijos delincuentes’. Es decir, todo lo que debes hacer para que tu engreído se vuelva un criminal.

El contenido decía lo siguiente:

Dele a su hijo todo lo que pida. Así crecerá pensando que tiene derecho a obtener todo lo que desea.

Ría cuando su hijo diga lisuras. Crecerá creyendo que el vocabulario soez es divertido y seguirá haciéndolo.

No oriente a su hijo en el área espiritual. Deje que cuando sea adulto, él decida en lo que quiera creer.

No reprenda a su hijo por mal comportamiento. Podría dañar su autoestima. Crecerá pensando que no existen reglas en la sociedad.

Recoja todo lo que su hijo deja tirado. Crecerá creyendo que otros deben resolver sus responsabilidades.

Déjelo leer y ver todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que platos y cubiertos estén limpios, pero no de que su mente se llene de basura.

Pelee con su pareja delante de sus hijos. Así no se sorprenderán cuando tengan que divorciarse.

Al final, una nota decía: ‘Siguiendo estas instrucciones le garantizamos que su hijo será un delincuente y nosotros tendremos una celda lista para él’.Criar hijos es una maravillosa responsabilidad que debe hacerse con amor y disciplina”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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