Este Búho continúa comentando las principales cintas que compiten en los Premios . ‘La Gran Apuesta’ (‘The big short’), por el solo hecho de estar entre las ocho cintas que pelean por la estatuilla a la mejor película es, desde ya, un triunfo para sus productores, entre los que se cuenta Brad Pitt, que tiene un papel secundario y para el director Adam McKay, más conocido por dirigir comedias. Aquí nos saca del cuadro, pues es un filme sobre un tema que llevó a muchos estadounidenses hasta el suicidio y la histeria colectiva. En clave de cinta de humor negro, sátira, denuncia y drama, todo mezclado en una batidora. Inclusive utiliza sex symbols y chef de fama mundial como Anthony Bourdain para que nos expliquen, en pocas y sencillas palabras, los mecanismos que utilizaron los principales bancos internacionales codiciosos y fraudulentos, así como las grandes manejadoras de las entidades financieras en Wall Street, que encubrieron los medios de comunicación y el gobierno norteamericano, para llegar a la traumática situación de crisis financiera en agosto del 2008.

La llamada ‘crisis de las hipotecas subprime’, el crash inmobiliario que hizo quebrar a los principales bancos del sector, no solo de Estados Unidos, sino también de varias capitales europeas. Miles de norteamericanos vieron cómo, en segundos, se quedaban sin casas, sin depósitos pensionarios, sin ahorros y embargados, mientras los culpables de tan traumática situación, que no se presentaba en Norteamérica desde hacía 70 años, simplemente se declaraban en ‘quiebra’ y manifestaban, ante las autoridades fiscales, que ‘nunca imaginaron que algo así podía pasar’. ‘No sabíamos nada, esto nos tomó de sorpresa’. Solo a inicios de agosto del 2008, los forados por el desplome de las hipotecas de alto riesgo llegaban a 199 mil millones de dólares. ‘¿Cómo nadie pudo darse cuenta de esto? ¿Estaban locos o qué?’, se pregunta McKay. Nos presentan una extraordinaria lección en clave de humor, extraordinarias actuaciones, dramas familiares, codicia y ambiciosos ‘pescaditos’ en un mar de tiburones de Wall Street, donde al final los peces chicos terminan comiéndose a los grandes.

El doctor Michael Burry (notable Christian Bale) es un genio, también ejercía la medicina en Stanford, pero se decide por la investigación financiera y trabaja para un banco de California. Con un ojo de vidrio, con problemas psicomotrices, es un superdotado que se anticipa al colapso de las hipotecas de riesgo mediante una investigación exhaustiva de miles de fianzas, las que analiza sin ayuda y logra convencer a sus jefes para comprar varios billones a los bancos de seguros contra posibles desplomes de estas hipotecas. Los funcionarios creen que está loco y acceden a venderle sin saber que por su ambición estarán cavando su propia ruina. La película incide en un mundo donde los operadores financieros actúan en manada, con indicadores que guían su accionar completamente homogéneos para todos: ambición, estafa, codicia, engaño, arribismo o ganancia.

Serán los pocos individuos que trabajan en ese mundo, pero que por distintas razones, ya sean impedimentos físicos, tragedias personales o sencillamente falta de oportunidades para estar jugando en las ‘grandes ligas’, serán los que tendrán la suerte o el ‘premio’ de ser los únicos en adelantarse y vislumbrar el colapso. Además de Burry, está Mark Baum (Steve Carell), un judío que vive atormentado por el suicidio de su hermano, quien perdió sus ahorros en una de esas quiebras fraudulentas de cada tanto en la bolsa. Su afán justiciero lo llevará a buscar esas ‘injusticias’ financieras con tanta obsesión que desquicia a su terapeuta y a su esposa Cynthia (la siempre guapísima Marisa Tomei). A otros dos visionarios, que también son marginales al sistema, outsiders, ‘calichines’ en el mundo de la banca, los botan de una patada en el trasero cuando piden un financiamiento en el JP Morgan. Ellos, de casualidad, también detectan el inminente colapso de las ‘hipotecas prime’, el estallido de la burbuja, y se arriesgan en pedir ayuda a un poderoso banquero, Ben Rickert (Brad Pitt). Un filme llamado a convertirse en una película de culto, que nos hace mirar al pasado, pero sobre todo el futuro. Imperdible. Apago el televisor.

.

Te dejamos con otra información sobre los Oscar 2016:

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC