El fotógrafo Gary llegó al restaurante por una sabrosa ocopa arequipeña y un pollo al horno con arroz y ensalada acompañado de una jarrita de refresco de cocona al tiempo. “María, estuve acompañando la marcha no solo con mi cámara, sino con el espíritu renovado y reforzado al ver a esa multitud de peruanos movilizándose por una misma causa: el rechazo a la violencia contra la mujer, en cualquiera de sus formas. Pocas veces he visto que una protesta congregue a tanta gente, de diversas generaciones y sin importar la afinidad política ni religiosa, para alzar su voz de protesta. Vi a hombres y mujeres, jóvenes padres de familia incluso con sus niños al hombro. Había ancianos, estudiantes, representantes políticos, por supuesto, activistas e inclusive la Policía con sus guantes blancos y carteles con mensajes de paz.

La indignación se despertó y pacíficamente con la movilización se buscó que quede en la mente y en nuestras decisiones el ¡Basta ya!, para no aceptar ni callar las situaciones de maltrato ni violencia. A la iniciativa se unieron también, en el mismo momento, miles de personas en otros países y la prensa extranjera hizo eco de lo que estaba sucediendo en Perú con ‘Ni una menos’. La participación, como ciudadanos, miembros de familia y periodistas, también nos lleva a la reflexión. Trome es un periódico dirigido a la familia, creemos en los buenos valores y en la importancia de una buena formación en el hogar. Creemos en el respeto y protección de la mujer y el hombre, de los niños y ancianos, del pueblo católico y de los que profesen otras religiones, y en el espíritu de paz y solidaridad que nos debe unir más como peruanos. Me puse contento. Hay formas de cambiar esa terrible realidad que nos presenta como un país violento y con altas tasas de feminicidio.

- Empezar por poner la buena semilla en uno mismo, en su hogar y que se vaya transmitiendo a la sociedad.

- No solo exijan respeto. Eduquen con el buen ejemplo y críen a sus hijos sin machismo. Hay que formar a los varoncitos sin la idea de superioridad sobre las mujercitas. No los forme abusivos.

- Esposos: Sean también un apoyo en el hogar, no solo proveedores. Colaboren con la crianza de los niños, aprendan a cocinar, a lavar y no esperen ‘la mesa servida’ apenas lleguen ni reclamen si no la encuentran.

- Contrólese. Si es impulsivo o tiene problemas de carácter, hay tratamientos que ayudan a superarlo.

- No sea cómplice. Si conoce a alguien que es víctima de violencia, denuncie. Si usted lo sufre, busque ayuda.

- Comuníquese: Que la tecnología no separe sino que sea una herramienta para unirnos y ayudar a los demás.

- Procuremos buenos cambios con amor y tolerancia, nada con la violencia”. Gary tiene razón. Hay formas de prevenir y frenar la agresión y lograr un mejor Perú para nuestros hijos, hijas y las futuras familias. Me voy, cuídense.

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