Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante en busca de su peruanísimo ají de gallina, arroz graneadito, huevito sancochado y aceituna de botija, todo con una jarra de chicha morada. “María, este 28 de julio celebramos 195 años de aquel día histórico cuando el general don José de San Martín proclamó la Independencia del Perú. Aún recuerdo lo que me enseñaron en el colegio, nuestro libertador dijo: ‘Desde este momento, el Perú es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende…’. Sin duda, palabras que a quienes amamos nuestra tierra nos llenan de orgullo. A mi mente vienen recuerdos de niñez en estas fechas. Mi viejito nos llevaba con mi hermano al cine para ver películas de estreno.
Antes de que empiece el filme se escuchaba la música del Himno Nacional y todos en la sala se ponían de pie y lo entonaban a viva voz. Al final, gritábamos ¡Viva el Perú ! Era lo máximo. Pero hoy todo eso se ha perdido, lo cual no debería ser, ya que debemos estar plenamente identificados con nuestro país, tan único en el mundo. Somos descendientes de ese linaje Inca que conquistó casi toda América del Sur.
También tenemos a Túpac Amaru, Micaela Bastidas, María Parado de Bellido y José Olaya que ofrendaron su vida por librarnos del yugo español. Ni hablar de Miguel Grau, Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte, Andrés Avelino Cáceres y José Abelardo Quiñones, quienes defendieron nuestro terruño de los invasores. Tampoco podemos olvidar a esos policías, militares y civiles que se inmolaron para combatir al sanguinario terrorismo de años atrás.
Hay muchos motivos para sentirnos orgullosos de haber ‘nacido en esta hermosa tierra del Sol’, como dice el vals de Manuel ‘Chato’ Raygada. Voy a enumerar algunas y estoy seguro de que me quedaré corto: Porque somos una nación de gente trabajadora, que lucha por salir adelante día a día; porque tenemos una gastronomía exquisita, que ya está en los ojos de todo el mundo; porque pese a las adversidades, siempre nos levantamos, y si no podemos solos, alguien nos da la mano; porque poseemos un sinfín de atractivos turísticos (Machu Picchu, Caral, el L*ago Titicaca* y muchos otros).
Porque un peruano ganó el Premio Nobel de Literatura (Mario Vargas Llosa); porque tenemos una cultura que otros ya quisieran tener, con una riqueza ancestral inigualable y destacada por el resto; porque aquí nacieron santos que tienen millones de devotos en todo el mundo: San Martín de Porres y Santa Rosa de Lima”. Pucha, mi amigo tiene razón. Ser peruano es lo máximo. Me voy, cuídense.
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.