Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una rica pachamanca tres sabores a la olla, con carne de res, chanco y carnero, y una chicha de jora fresquecita para la sed. “María, delincuentes que se hacen pasar por taxistas siguen asaltando y violando mujeres, y ninguna autoridad es capaz de hacer algo para terminar con esto. Acaba de hacerse público el caso de una joven de 24 años, quien el 3 de este mes salió a las 10 de la noche de un local en Los Olivos, tomó un taxi Tico de color amarillo y pocos minutos después fue dopada por el chofer, que la llevó a un hostal donde abusó de ella.
El delincuente sigue libre y aún no ha sido identificado. Este es solo un caso de una larga lista de violadores que se hacen pasar como taxistas. Uno de los más desalmados cayó en el 2010, después de abusar de varias chicas. Una de sus últimas víctimas subió a su taxi una mañana en Bellavista rumbo a su trabajo en Surco, pero el buitre la llevó por otra ruta. Amenazándola con un desarmador, la desnudó completamente y le quitó sus tarjetas de crédito. Luego fue hasta San Juan de Miraflores, donde se estacionó frente a un cajero automático y bajó para vaciar las cuentas de la joven.
Mientras ella, desnuda y aterrorizada, no se atrevía a escapar, porque el maldito amenazó con matarla a balazos. Al final, la llevó a los Pantanos de Villa donde la ultrajó. La inmensa mayoría de taxistas son gente honrada, pero por culpa de unos cuantos depravados todos son vistos con sospecha. Esta vergonzosa situación continuará mientras siga la informalidad del servicio de taxi en el Perú. La policía dio consejos para no convertirnos en víctimas:
Tome taxis empadronados o de agencia. Deben tener las franjas amarillas con negro en los costados, casquete de taxi en el techo y la placa pintada en los lados.
No suba a taxis que estén detenidos a la espera de pasajeros. Deje pasar algunos.
Jamás tome taxis estacionados o los primeros de las filas cerca de las puertas de bancos, cines o negocios.
Ocupe siempre el asiento posterior. Si el chofer intenta asaltarlo, le será difícil conducir a la vez.
Baje la luna de su lado lo justo para que entre aire.
Si sube a una Station Wagon, vea bien las características del conductor y del carro. Mire que no haya nadie escondido en la maletera.
No hable de sus actividades personales. Indique al chofer la ruta a seguir.
Si el conductor va a un grifo, esté atento. Los delincuentes se bajan y adormecen con gas al pasajero.
No acepte golosinas, gaseosas, cigarrillos o papeles. Podrían tener alguna sustancia para adormecerlo”.Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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