El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un contundente seco a la norteña con frijoles, arrocito bien graneado, salsa criolla y una chicha morada al tiempo. “María, Internet es un avance tecnológico maravilloso que permite unir personas a la distancia o adquirir toda clase de conocimientos con solo un ‘clic’. Pero, en manos criminales puede ser un arma mortal. En Argentina están conmocionados por el terrible homicidio de Micaela Ortega, una niña de 12 años brutalmente asesinada por un hombre de 26, al que conoció en Facebook, quien jamás le reveló su verdadera identidad, sino que se hacía pasar por una niña como ella para ganarse su confianza.
La víctima creía que conversaba con una nueva amiguita en Facebook, sin sospechar que estaba siendo engañada y manipulada por un maldito depredador cuya intención desde el inicio era violarla. Luego de ganarse su confianza, el ‘monstruo’, siempre haciéndose pasar por una menor, propuso conocerse en persona y la víctima aceptó. Lo que ocurrió después se sabe por confesión del criminal, quien fue capturado por la policía tras ser reconocido por su propia novia, quien vio en televisión los videos de seguridad que lo grabaron caminando con la pequeña. Micaela salió de su casa el 23 de abril último y nunca más se supo de ella. Estuvo desaparecida un mes.
El asesino, Jonathan Luna, contó que se presentó ante la niña y la convenció de que la llevaría a casa de la amiguita que había conocido por Facebook. Ese mismo día le quitó la vida. ‘La maté porque no quiso tener relaciones sexuales conmigo’, dijo el criminal, quien llevó a las autoridades al lugar donde abandonó el cuerpo de Micaela.
La policía descubrió que el homicida tenía varios perfiles falsos en Facebook para captar a sus víctimas. Y como este desgraciado, hay miles y miles ocultos en las redes sociales, acechando a niños y niñas en nuestro país y en todo el mundo. Por eso, es fundamental que los padres estemos siempre vigilantes. Hay que hablar con los chicos y hacerles ver los peligros de Internet. Sobre todo de tener contacto con extraños, lo que debe estar terminantemente prohibido.
Los pederastas usan las redes sociales, como Facebook, porque pueden ocultar su identidad, engañar y acercarse a los niños sin peligro. Se pueden hacer pasar por niños, mujeres o artistas conocidos. De inmediato, comienzan a analizar a los menores con quienes conversan para manipularlos. Si les hace falta cariño, ellos fingirán que se lo dan. Si quiere algún objeto como una Tablet, se la pueden comprar. Todo para ganarse su confianza y luego tener un encuentro personal.
A los chicos debe quedarles claro que no pueden conversar en Facebook con nadie que no conozcan personalmente. Solo deben ser amigos del colegio o del barrio. Y los padres deben tener acceso a las cuentas de sus pequeños, conocer a todos sus contactos. Hay que fijarles horarios para el uso de estos dispositivos. Para todo esto, los padres debemos aprender a manejar Internet si queremos proteger a nuestros hijos”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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