El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un espectacular seco de res con frijoles, arroz blanco y salsita criolla, acompañado de una jarra de emoliente tibiecito. “María, este frío de invierno, con el cielo nublado y la lluvia, aunque parezca mentira, hace que una parte de la población lo asocie con tristeza, flojera y desmotivación. Expertos médicos psiquiatras, como el doctor Carlos Bromley, alertan también que en esta temporada se presenta la llamada ‘depresión de invierno’, causada al parecer por la respuesta del cerebro a la disminución de la exposición a la luz solar, que guarda relación con la temperatura.
Allí se involucran sustancias químicas como la serotonina y melatonina, que tienen que ver con el estado de ánimo y el sueño. A muchos les cuesta salir de la cama no solo por el frío, sino porque no ver el día soleado les da una sensación de disminución de energía.
Puede afectar a cualquiera, pero hay más tendencia en mujeres y en personas introvertidas y minuciosas. Debemos tomar en cuenta que no todo ánimo decaído es depresión. Esta última involucra más aspectos (no solo psicológico y emocional), es más severa y puede presentarse en cualquier estación del año. Pero es cierto que, en invierno, pueden aumentar los casos.
Para superar la desmotivación y ‘alegrar’ los días grises, los especialistas aconsejan:
Levántese con música que le gusta. Abra las cortinas y ventanas. Verá que la mañana resultará más bonita.
Brinde abrazos y sonrisas. Mantener contacto con los que nos rodean eleva el bienestar.
Diga ‘te quiero’, ‘te amo’, a su pareja e hijos. Mantenga una relación sexual saludable.
Estírese y mantenga una postura erguida. Haga ejercicio físico en la mañana. Puede ser saliendo a correr o dentro de casa bailando o con ayuda de una bicicleta estacionaria, escaleras u otros.
Tenga presente sus metas y objetivos. De ser necesario, replantéelas.
Converse de cosas positivas y hable sobre oportunidades, promueva risas.
Busque fuentes de motivación, una sensación placentera en cosas que le agraden para salir de su pasividad.
Esté alerta si presenta disminución de energía, pesimismo, desesperanza, tristeza e irritabilidad, aislamiento, cambios en su apetito y sueño, baja autoestima.
Si no puede salir de su tristeza más de una semana, aún en condiciones positivas, busque ayuda psicológica o psiquiátrica o podría empeorar”. Gary tiene razón. Que el frío invierno no ponga todo gris ni nos quite el ánimo y el sueño. Me voy, cuídense.
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