Este Búho abre sus ojazos para analizar la encuesta nacional y simulacro de votación de Ipsos. 51.4% para Keiko Fujimori y 48.6% para PPK. Me veo en la necesidad de coger mi ‘espada del augurio’ de los Thundercats, que me permite ‘ver más allá de lo evidente’.
KEIKO FUJIMORI: Por primera vez, en un sondeo de Ipsos, la candidata de Fuerza Popular toma la delantera. La verdad es que no me sorprende. Fuera de su innegable punche y el dinamismo que imprime a su campaña, la ayudó mucho su propio rival con sus errores garrafales, que ella supo aprovechar y, de paso, le permitieron esconder los suyos, como su fratricida enfrentamiento con Kenji, quien se lanzó como candidato para el 2021, dando por ‘muerta’ a su hermana en esta campaña. Una bronca de ese tipo, con otro candidato al frente, hubiese sepultado a la fujimorista, pero PPK prefirió tomarse un prolongado descanso en Estados Unidos.
La campaña de Keiko Fujimori, desde el inicio, estuvo perfectamente dirigida. Quien gana en Lima, según anteriores elecciones, gana la Presidencia. Sus estrategas, al día siguiente del 10 de abril, rompieron fuegos en el Callao, mientras que PPK dormía la mona y no daba señales de vida. Keiko corría, montaba bicicleta por Comas, San Juan de Lurigancho, Villa María del Triunfo, Ventanilla y Villa El Salvador. Su objetivo era lograr ampliar su bolsón del D y E, a las clases medias, que votaron por Barnechea, Alan y el propio PPK por sus polémicas propuestas relacionadas con la CTS. Keiko, por el contrario, le daba luz verde a esa informalidad llamada ‘mototaxistas’. También pidió el retorno del 24×24 de los policías. Guiños a los taxistas, medidas populistas y arriesgadas, pero que son tentadoras para los interesados y sus familiares.
A nivel nacional, Keiko Fujimori lanzó una irresponsable propuesta para anular decretos que protegen la Amazonía de la ‘minería ilegal’. No es necesario decir a dónde irán esos 400 mil votantes que dependen de ese ilegal negocio. Por último, pese a ser criticada por su acuerdo con los evangelistas, la candidata cosecha el visto bueno de la mayoría de la población, alrededor de 70% sobre 30%, según encuestas, que están en contra de la Unión Civil. Hasta ahora la estrategia le está dando la razón.
PPK: Desde esta columna lo califiqué como el peor candidato que se presentó en estas elecciones presidenciales, pero el más suertudo. Estaba tras el pelotón, perdido cuando sacaron de mala manera a Julio Guzmán y, con justicia, a Acuña. El trasvase de votos lo colocó en pelea por la segunda vuelta y Verónika Mendoza se lo hubiera almorzado, sino fuera por el temor a la furibunda ‘antiminera’ que hizo que los votos de Barnechea pasaran a Peruanos por el Kambio, y así el ‘gringo’ entró raspando al balotaje.
En vez de empezar con pie derecho, porque automáticamente vencía por 4 puntos de ventaja a Keiko en los sondeos, PPK desapareció varios días después de la primera vuelta, mientras la ‘china’ se parecía a Inés Melchor, corriendo por las barriadas. Luego, prefirió los conciliábulos políticos, las reuniones clandestinas con figuras desgastadas y mal vistas como César Acuña. Si bien esa alianza le puede rendir frutos en el norte, no era necesario publicitarla, tomarse una foto con el acusado de ‘plagiador’ y su traductora Anel Townsend. La clase media bien informada le bajó el dedo, le hizo recordar su famoso ‘sancochado’ de una anterior elección.
Su campaña no tiene un norte específico, como sí manejan los de Fuerza Popular. Para colmo, mantienen ‘topos’ que sabotean la campaña desde adentro. Hasta lanzaron ‘un ministro de Economía’ que se mandó a defender un polémico seguro de desempleo y tuvo palabras racistas con respecto a la candidata. PPK está perdiendo solo. Solamente le queda rezar para que los votantes rebeldes de Verónika Mendoza, que se niegan a elegir el ‘mal menor’, ante este resultado que le da 3 puntos de ventaja a Keiko, se asusten y terminen otorgándole el voto al ‘gringo’. Debe haber un cambio de timón en la campaña de Kuczynski.
Que vuelva a ensuciarse los zapatos en las zonas pobres de Lima y tienda puentes a los sectores clasemedieros, a los que asusta con propuestas polémicas que no suman, más bien, restan, así como algunas de sus alianzas con impresentables. Keiko está adelante, aunque algunos le llaman ‘empate técnico’. Siempre es mejor estar arriba, en este tipo de ‘empates’. Nada está dicho, esto recién comienza.
Creo que le hace bien el jalón de orejas que le da la ciudadanía a PPK. Será gringo, pero no es ‘Bugs Bunny’, ‘el conejo de la suerte’. Y le va a hacer falta más que bailar con Gisela para ganar la elección. Apago el televisor.
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