Este Búho no deja de sorprenderse con las series de . Una de ellas es ‘Zoo’ (tres temporadas, 2015-2017) y nos presenta una trama de alucinante ficción, pero que bebe mucho de situaciones de una realidad más que preocupante a nivel mundial: la sobreexplotación, destrucción y maltrato de la fauna del planeta.

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Sin embargo, aborda sobre todo las nefastas prácticas de algunas poderosas corporaciones transnacionales que, sin remordimiento ni asco, realizan siniestros experimentos que contaminan todo, hasta degenerar, como en esta serie, los comportamientos de personas y animales domésticos y salvajes.

La primera temporada es trepidante. Todo empieza cuando el zoólogo estadounidense Jackson Oz (James Wolk) y su amigo africano Abraham (Nonso Anozie), que dirigen un centro de observación de animales salvajes -no de caza- en Botswana, van a visitar a un amigo que trabaja en un vecino resort para turistas y lo encuentran totalmente vacío. Ni turistas ni trabajadores.

Ahí encuentran una cámara de video en el suelo y observan con horror lo que el infortunado camarógrafo grabó antes de que lo atacaran, cómo llegaban al resort feroces leones machos que devoraban a los indefensos turistas. ¿Cómo pueden andar juntos ocho leones machos si en una manada máximo hay un solo macho o a lo sumo dos?, se preguntan. ¿La naturaleza se ha vuelto loca?

La trama se traslada a Los Ángeles. Dos leones que se criaron desde cachorros con su cuidador en el zoológico, calificados como ‘mansitos’, súbitamente enloquecen, devoran a su cuidador, escapan y también devoran a dos yuppies que salían de un bar del downtown.

LOS LEONES LOCOS

Una acuciosa joven reportera de un periódico local, Jamie Campbell (Kristen Connolly), se interesa por el tema. Está convencida de que una poderosa transnacional, cuyos pesticidas contaminaron los vegetales en el pueblo agrícola donde vivió de niña, tiene algo que ver, pues las vacas con cuya carne se alimentan los leones comieron el pasto regado con los pesticidas de esa corporación. Ella odia a esa empresa porque su madre fue una víctima de esa contaminación.

Pero la directora del periódico la amenaza: ‘Esa corporación es muy poderosa y pone avisos en el diario. Si sigues con tu campaña serás despedida’. Ella hará equipo con Mitch Morgan (Billy Burke), un veterinario que es un genio, pero vive atormentado por problemas personales. Mientras tanto, en África los leones asesinos han ‘raptado’ a Abraham. No se lo comen y lo dejan herido en un árbol, para cuando sientan hambre.

Así de maquiavélicas se han convertido estas fieras que solo actuaban por instinto. Pero su amigo Jackson no solo logra rescatarlo, también salva a una turista francesa, la única sobreviviente de la masacre de los leones en el resort. Lo que no saben es que Nora, la franchute, no solo es una turista, sino una agente del Servicio de Inteligencia francés.

Cuando regresa a su país, su jefe le informa que una jauría de perros ha matado a seis personas a mordiscones. Y le pide que viaje a Estados Unidos donde leones y osos se han vuelto asesinos. Por su parte, los amigos de Botswana también viajan a Estados Unidos para buscar en la casa del fallecido padre de Jackson documentación sobre el tema, pues su progenitor era un investigador sobre genética y mutaciones en animales.

Por esas casualidades de la vida, todos ellos se conocerán y conformarán un equipo entrañable: la francesa, la periodista, el veterinario y los dos protectores de los animales de Botswana. Sin embargo, nada es lo que parece.

El FBI, un general del ejército y la poderosa corporación tratarán por todos los medios posibles, inclusive el homicidio, de frenarlos. Parte de la humanidad se ha vuelto desquiciada. El ejército y la corporación, con el apoyo de políticos, deciden lanzar una bomba, de neutrones, para matar a millones de animales asesinos. Pero ocultan que esa bomba matará tambien a por lo menos dos millones de seres humanos. Los héroes deben luchar con traidores, emboscadas.

El final de la primera temporada no lo contaré, pero es impredecible. Solo les digo que la segunda es todavía más frenética. Termino aconsejándoles: traten bien a sus mascotas y a los animales callejeros. Puede haber un ‘Zoo’ a la vuelta de tu esquina.

Apago el televisor.

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