Este Búho asiste preocupado a una ola de desastres naturales, que ahora ha golpeado a México con un terrible terremoto de 8.2 grados y cuyo epicentro fue un punto en el mar frente a la zona sureña de Chiapas y Oaxaca, que ha dejado más de sesenta muertos. No hay nada peor que un sismo de madrugada. Para suerte de los peruanos, los más violentos acá se han producido de día: en la tarde o a las 9 de la mañana, como el de 1974, y solo el de Pisco nos agarró a las 6.40 de la tarde, cuando caía la noche. En cambio, el devastador terremoto en el sur de Chile, en el 2010, fue de 8.8, su epicentro se localizó en Concepción y ocurrió a las 3.30 de la madrugada, acompañado de un demoledor tsunami. En aquella oportunidad, la Marina chilena cometió un grave error al no alertar a los pobladores del archipiélago Juan Fernández, donde los habitantes de la isla Robinson Crusoe, que no sintieron el terremoto, seguían durmiendo cuando los alcanzó el tsunami que arrasó el pueblo de San Juan Bautista. Por eso, ni bien se produjo el sismo en Chiapas, automáticamente la Marina peruana alertó a todos los poblados en nuestra costa para que la policía, la Marina y Defensa Civil ordenaran la evacuación si fuera necesario. Incluso, se cerró la Costa Verde y se evacuó a los melosos amantes de madrugada de Los Delfines y Sombrillas, que oponían férrea resistencia. La naturaleza nos está castigando no solo con terremotos. En el Caribe, Puerto Rico, Cuba y otras islas paradisíacas vienen sufriendo el destructor paso del huracán Irma, que mantiene aterrorizados a los residentes de las zonas costeras de Florida, Georgia y Virginia, en Estados Unidos. El huracán tiene vientos de 295 kilómetros por hora y está desolando todo a su paso.
El principal problema que afrontan las autoridades y la Guardia Nacional es que muchos pobladores se resisten a abandonar sus viviendas y solo están comprando alimentos y agua para guarecerse en sus casas, cuando la evacuación en las áreas costeras es obligatoria. Paradójicamente, son las zonas exclusivas, las de playas de ensueño y bellas residencias de Miami Date, Miami Beach, Key Biscayne, las que se verán más castigadas por este huracán que, como siempre, tiene nombre de mujer. Las alertas y el pánico son mayores que cuando pasó el temible Katrina, que destruyó, entre otras ciudades, Nueva Orleans. En Barbados, mientras las playas eran azotadas por el huracán y en el mar las olas alcanzaron una altura de diez a quince metros, muchos alucinados tablistas quisieron imitar al surfista de la película de culto ‘Point Break’ (‘Punto de quiebre’), dirigida por la laureada Kathryn Bigelow. Allí, Bodhi (el recordado Patrick Swayze) se va hasta Oceanía, a la playa de Bells Beach, donde se produce un tsunami, para correr ‘la ola de su vida’. El muchacho desaparece en el gigantesco olón del tamaño de un rascacielos. Pero esa muerte en la ficción se hizo realidad en Barbados, donde la joven promesa local del surf, Zander Venezia, desechó las prohibiciones de los brigadistas y se lanzó a ‘correr la ola de su vida’ en pleno huracán. La gigantesca ola lo arrojó contra los arrecifes y se rompió el cuello. Filmada en 1991, ‘Punto de quiebre’ se convirtió en una película imprescindible para los surfistas, catapultó a Keanu Reeves como el policía surfista Johnny Utah y consolidó como estrella a Swayze, que capitaneaba a un grupo de surfistas que asaltaban bancos con las máscaras de los expresidentes de los Estados Unidos: Ronald Reagan, Lyndon Johnson y Richard Nixon. Pero estos fenómenos naturales no son ficción. Los peruanos debemos estar preparados, pues los expertos advierten que un terremoto de gran magnitud ocurrirá en nuestro país de todas maneras. Lo que no sabemos es cuándo será. A tomar todas las precauciones. Apago el televisor.
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