Ante el desastre que estamos viviendo, primero con Pedro Castillo y luego con su sucesora Dina Boluarte, este Búho reflexiona sobre lo que los peruanos esperan de un buen gobernante, según las últimas encuestas. Faltan diez meses para ir a las urnas y es más importante que nunca elegir al mejor candidato. A la mayoría de la población no le importa si este es de izquierda, centro o derecha. Lo que exigen es que haga las cosas lo mejor posible para el país.
LUCHA FRONTAL CONTRA CRIMINALES. Con todo y sin temores. Al estilo Bukele. Vivimos tiempos de violencia extrema en los que cada día matan a choferes del transporte público por cupos de cinco soles y eso no se puede normalizar. Este gobierno ha demostrado incapacidad total en el tema, pero el próximo mandatario debe tener los pantalones bien puestos y comerse el pleito. Dotar a la inteligencia policial de más recursos para desbaratar a las bandas criminales. Construir cárceles de máxima seguridad en la puna más fría. No puede ser que los penales sean centros del delito desde donde se dirigen extorsiones y asesinatos en las calles.
COMBATE CONTRA LA ANEMIA. Es una monstruosidad que en este país, donde hay todo tipo de alimentos en gran cantidad y tenemos uno de los mares más ricos del mundo en especies marinas, sigan aumentando la anemia y la desnutrición. Unos 700 mil niños de seis a 35 meses de edad sufren de este mal que malogra para siempre su capacidad cognitiva, condenándolos a la pobreza y el atraso. Pero hay muchos más peruanos de todas las edades con anemia. Esto demuestra la irresponsabilidad y falta de humanidad de nuestros gobernantes, que más están pensando en enriquecerse a costa del Estado en lugar de aplacar el hambre de los más pobres. Con tanta anemia el Perú no tiene futuro.
GUERRA A LA MINERÍA ILEGAL. La minería artesanal es una actividad antigua y honesta que alimenta a miles de familias, pero no puede ser usada como fachada por organizaciones criminales que depredan la naturaleza y perpetran masacres y otros terribles delitos como la explotación sexual de niñas. La minería ilegal mueve más de doce mil millones de dólares al año y con tanto dinero no sorprende que esté enquistada en el Gobierno y el Congreso, desde donde defienden sus intereses. Es penoso ver cómo ciertos parlamentarios, especialmente de izquierda, están saliendo de manera irresponsable a apoyar a los ilegales, por ganar votos o sabe Dios qué millonarios motivos. El próximo mandatario no puede estar vinculado a esta ni ninguna otra economía ilegal, si va a enfrentarla.
CASTIGO A LOS CORRUPTOS. No puede ser que congresistas estén dando trabajo a familiares en el Parlamento o colocándolos en otras instituciones del Estado con diferentes tretas. Hasta cuándo las autoridades van a robar con cada obra que se hace. Los peruanos ya están cansados de tantos corruptos que se enriquecen a costa del Estado. El próximo presidente tiene que condenar y castigar a los delincuentes de saco y corbata que entran a las entidades públicas a robar. La corrupción es un cáncer que se extiende y lo pudre todo. Por eso se caen los puentes, los comedores populares agonizan por falta de presupuesto y miles de obras se quedan inconclusas.
MÁS INVERSIÓN PRIVADA. Como ya dije, a los peruanos no les importa si el presidente es de izquierda o derecha, sino que dé paz al país y cree más fuentes de trabajo. Eso solo se puede lograr con inversiones privadas. No necesitamos que el discurso del siguiente mandatario sea uno de odio que busque dividir a los peruanos, ni que siga con fórmulas fracasadas del siglo pasado como expropiar empresas. Miren nomás lo que ocurrió con la Bolivia de Evo Morales, que hoy es un país quebrado donde no hay combustibles ni alimentos. Para salir de la pobreza necesitamos un presidente que fomente la inversión privada, que atraiga capitales. Hay que poner en marcha los multimillonarios proyectos mineros que están suspendidos. Solo así se crean más fuentes de trabajo formales y se mueve la rueda de la economía. Apago el televisor.
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