Este Búho ve con alarma los bombardeos estadounidenses, británicos y franceses a bases militares sirias, en represalia por un ataque con armas químicas a la población civil de Duma ordenado por el presidente Bashar al-Asad. Este es apoyado con todo por la poderosa Rusia de Vladimir Putin, autoelegido como el nuevo ‘guachimán’ en el nuevo panorama político del Medio Oriente. En esta región, después de la Guerra del Golfo y la caída de Saddam Hussein y del libio Gadafi, se debilitó la influencia de los Estados Unidos y las potencias europeas como Francia y Reino Unido, por una política internacional más cauta del presidente Barack Obama. Los republicanos ganaron las elecciones a los demócratas de Hillary Clinton justamente basados en los mensajes belicistas de un desaforado Donald Trump quien prometía, otra vez, la política del ‘Halcón guerrerista’ de épocas de la ‘Guerra Fría’. Pero ¿por qué Siria? ¿Acaso hace un año los norteamericanos no lanzaron 59 misiles ‘Tomahawk’ contra una base militar en ese país, en represalia por el ataque con armas químicas a civiles? Putin advirtió que Rusia e Irán ‘iban a responder cualquier agresión’. Hoy, Putin, ante este nuevo ataque, ha amenazado con la teoría del ‘caos’ mundial si Trump sigue bombardeando bases de su protegido, el presidente sirio. Pero hagamos un poco de historia. Por qué Siria se convirtió en un gigantesco y sangriento tablero de ajedrez para que las grandes potencias se enfrasquen en una lucha que amenaza la paz mundial.
TODO EMPEZÓ CON UN GRAFITI: En el año 2011, los universitarios sirios, contagiados por los aires de rebelión en Libia, empezaron a protestar contra el régimen del impopular presidente Bashar el Asad. La policía capturó a los adolescentes que hicieron una pinta ‘Ahora es tu turno, doctor’, en referencia a que el mandatario, de profesión oftalmólogo, sería el próximo en caer. No solo los detuvieron, sino los torturaron. Como por arte de magia se multiplicaron las protestas y muchos pensaban que Al Asad no duraría ni un año, pues crecieron las deserciones en el ejército y los opositores comenzaron a recibir apoyo en armas. Pero el jefe del gobierno tambaleante recibió la ayuda decisiva del régimen de Irán, que no solo mandó a su milicia, sino también financió a guerreros pakistaníes, de Afganistán e Irak, con lo que salvaron al mandatario sirio. También se puso de su parte el movimiento chií libanés Hizbula. A los rebeldes los armaban países árabes más ‘occidentalizados’ como Arabia Saudí o Qatar, pero comenzaron a formarse peligrosos núcleos yihadistas, miembros del siniestro Estado Islámico que ganaron terreno. En el 2014, proclamaron un califato en la frontera con Irak, en territorio sirio. Para las naciones occidentales como Estados Unidos, el remedio parecía peor que la enfermedad.
PUTIN CON LA PIERNA EN ALTO: Entre el 2014 y 2015 la coalición internacional USA, Francia, Reino Unido, Barein, Jordania, Qatar y Arabia Saudí, entre otras naciones árabes, bombardean enclaves del Estado Islámico. Rusia aprovechó esta oportunidad para, también, no solo atacar los territorios de los enemigos de su protegido Bashar, ¡¡sino también las posiciones de la rebeldes moderados, interviniendo directamente en un conflicto que no es el suyo y con esto desniveló la balanza, salvando la cabeza del presidente sirio, que un año antes estaba contra las cuerdas. Por eso no se entiende que el gobierno de Siria continúe bombardeando poblaciones civiles ¡¡con armas químicas!!, cuando actualmente todos los analistas opinan que dicho régimen no perderá esta guerra y más bien las tropas rebeldes están en desbandada. Los comisionados suecos, encargados de llegar a Duma, la ciudad supuestamente atacada con esas maléficas armas, han denunciado públicamente a Rusia y a Siria por prohibirles el ingreso. ¿Qué tratan de ocultar?
POBRE PUEBLO SIRIO: En medio de esta lucha de las superpotencias está el pobre pueblo sirio. La guerra, que ya lleva 7 años ha dejado, según cálculos conservadores, ¡¡medio millón de muertos!! y ha ocasionado un éxodo de ¡¡cinco millones de personas!!, el peor desde la guerra de Ruanda. Los bombardean aviones del gobierno, los rusos, los norteamericanos, los franceses, los británicos, los árabes, los iraníes, los ajustician los del Estado Islámico, ¿Qué está pagando este pueblo para recibir tamaño castigo? Estados Unidos, en una actitud que pinta de cuerpo entero la insensibilidad de Donald Trump, ha suspendido la ayuda de 150 millones de dólares para los campos de refugiados en Medio Oriente. El siniestro Vladimir Putin sospechosamente no anuncia ningún movimiento, solo amenazó con la palabra ‘caos’. Pero los analistas piensan que el ruso no moverá sus fichas ¡hasta que culmine el Mundial! Apago el televisor.
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