Este Búho viene de la vieja escuela de la máquina de escribir Remington y recuerda que antaño, si una persona siniestra quería hacer daño en una relación o destruir una reputación y traspasar el chisme boca a boca, tenía que arriesgarse con hacer llegar sobres anónimos etiquetados con el imaginativo nombre de ‘La Sombra’, como se vio en la clásica telenovela de los setentas ‘Nino’. Hoy, en un mundo donde dominan las redes, los smartphones con cámara, WhatsApp, basta con apretar la teclita ‘enviar’ para lanzar un ataque contra una persona -sea cierto o no- a una incalculable legión de internautas.
Esa información, que se esparce cual espermatozoide, puede ser de acusaciones, infidencias, fotos comprometedoras, revelaciones íntimas, materiales suficientes para destruir honras, prestigios, ocasionar despidos laborales, perder credibilidad, en las infortunadas víctimas. En muchos casos es el despecho el motor que impulsa a alguien a activar esa bomba de relojería, con el riesgo de que no solo va a dinamitar a la persona a la que va destinada su acto destructivo, sino que las esquirlas también inevitablemente van a atravesar su humanidad revanchista.
En resumen, no creo que en la denuncia contra el periodista Jaime Chincha de la comunicadora haya vencedores ni vencidos. Ambos pierden, aunque una parte no quiere o no se da cuenta. Pero en algo tuvo razón la alucinante Castrat, Chincha cometió el error de meterse ‘con la chibola manyada equivocada’. Correcto, con la única salvedad de que a los treinta años ya no es ninguna chibola. Pero salir a ventilar los más íntimos -y a veces horrorosos- defectos de las exparejas no solo se da por estos lares, sino entre los famosos. Aquí algunos ejemplos.
El gran baterista y vocalista de Genesis vive en ‘guerra’ con su exesposa Cevey, por una propiedad en la que ella reside con su nuevo marido, el guitarrista Thomas Bates. Se casaron en 1999 y se separaron en el 2006. En un acuerdo de partes Collins le entregó 23 millones de euros por el divorcio. Su expareja es madre de sus hijos adolescentes Matthew y Nicholas.
Pero Orianne, aprovechándose de que el baterista tiene problemas de salud, ‘invadió’ la mansión que el autor de ‘Easy lover’ posee en Miami, valorizada en 40 millones de dólares, y exige quedarse con la mitad. Como su ex la denunció en los tribunales para el desalojo, porque vive con otro marido y porque lo quieren extorsionar para salir, la Cevey, despechada, salió a los medios a revelar intimidades terribles del genio: lo acusa de ‘no ducharse ni lavarse los dientes durante un año, de ser adicto a los medicamentos, ser un alcóholico e impotente’.
En 2003, Ashton y Moore empezaron a salir. La relación causó polémica por la diferencia de edad. Demi era 16 años mayor. Sin embargo, dos años después se casaron. Según la protagonista de ‘Ghost’, el actor la obligó a practicar tríos sexuales. “Fue un error y la excusa perfecta que utilizó Kutcher para mantener relaciones sexuales con otras mujeres”, comenta en las páginas de su libro ‘Inside out’. Segun ella, ‘por su culpa recaí en el alcoholismo’.
En el libro se mencionan los nombres de las jóvenes actrices Sara Leal y Brittney Jones como dos de las amantes de su esposo. Ambas reconocieron en sendos reportajes haber tenido relaciones con el marido de Demi. La actriz se divorció en noviembre de 2011 tras nueve años de convivencia. Fue un duro golpe para la estrella. “Con gran tristeza he decidido terminar mi matrimonio con Ashton. Como mujer, como madre y como esposa hay ciertos valores y votos que mantengo como sagrados y es en este espíritu que he decidido seguir adelante con mi vida”, confesaba por aquel entonces.
Uno de los detonantes de la relación fue la pérdida de una hija que esperaban a los seis meses de embarazo y también los tríos que practicó con el intérprete con el fin de avivar su tormentosa historia de amor. “Debido a que habíamos traído a un tercero a nuestra relación, las líneas se habían difuminado y, hasta cierto punto, justificó lo que había hecho”. Incluso, en su libro de memorias, Moore confiesa que fue violada a los quince años por un hombre mayor que conocía ‘al que mi madre alcohólica me vendió por quinientos dólares’.
Tan solo un par de días después de haber presentado a su nueva pareja argentina, Sol, Cristian Castro fue denunciado en las redes sociales por varias mujeres que sostuvieron que sufrieron abusos y agresiones mientras mantuvieron una relación amorosa con el cantante. Una supuesta exnovia dijo que al principio el cantante fue cortés, pero que se la pasaba tirándose flatulencias toda la noche.
Además, señaló que Castro le tiene miedo a la oscuridad y le ocultaba que se retiraba el preservativo mientras tenían sexo. Pero la acusación más grave la hizo la argentina Gabriela Bo, ex de Cristian, quien asegura que durante la relación este la golpeaba. Otra de las denunciantes relató que a la segunda noche de estar con él, le exigió que ella lo viera mientras él hacía sus necesidades. Apago el televisor.
Contenido GEC