Fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez a cargo de la investigación del caso Odebrecht.
Rafael Vela y José Domingo Pérez

Este Búho se pone su mandil de chef de Mistura, coloca un inmenso wok con aceite hirviente en el fogón y echa uno a uno los ingredientes: lomos en trozo de alpaca de la chacra del ‘Cholo de Cabana’, cebollas rojas lloronas del fundo Villarán, ají verde PPK, vinagre ácido ‘Mulder’, ‘papa nativa’ en salsa Vilcatoma y tomates rollizos ‘Care Nava’. Sé que a mis lectores se les hará agua la boca con estos ‘saltaditos’. Pero ya saben, el que se pica pierde.

FISCALES MISIOS: Este Búho habrá nacido de noche, pero no anoche. No creo que sea casualidad que el Equipo Especial de fiscales que ve el caso Lava Jato esté huérfano de apoyo tanto logístico como financiero. Este es un grupo que ha realizado un trabajo sin parangón en la historia judicial peruana y ha logrado investigar hasta a presidentes, altos funcionarios, empresarios, como nunca antes se hizo. ¿Cómo es posible que este grupo de probos y valientes fiscales no pueda contratar más personal para agilizar la montaña de procesos que tiene entre manos? ¿Por qué no les brindan apoyo logístico en cuanto a ambientes y presupuesto para su delicado trabajo? La fiscal de la Nación tiene la palabra ante las quejas de Rafael Vela.

LLEGÓ LA EPIDEMIA: Los doctores están sorprendidos y hasta piensan consultar a eminencias médicas del extranjero: una extraña enfermedad ha aparecido repentinamente en Lima y, cosa más extraña aún, solo le da a determinadas personas. Las víctimas son, curiosamente, los investigados de haber recibido millonarias coimas de Odebrecht. Lo raro es que antes de su detención, Luis Nava hacía trotes matutinos, realizaba viajes de placer a Miami. Ni bien el fiscal solicitó prisión preventiva se puso malito de repente, y pidió que lo lleven a una clínica. Lo mismo con Susana Villarán, quien disfrutaba la resaca del sol de otoño en su casa de playa de Arica. Ella también estaba citada ayer por el caso ‘Línea Amarilla’. Pero se excusó argumentando que se puso amarilla de ‘tensión’. ¡Qué convenientes enfermedades! Como diría la gran Cristina Saralegui: ¿Será cierto esoooooo?

CALLES SIN LEY: El principal problema del país, señores del gobierno, es la inseguridad ciudadana. Basta salir a la calle, en cualquier sector social, para que corras el riesgo de que te maten por un celular. Eso ya lo dice todo. La última encuesta de Ipsos Perú nos vuelve a la cruda realidad: A la pregunta ¿Cuál es el principal problema del país? El 59% respondió: ‘La inseguridad ciudadana’. Sigue ‘la corrupción’ con 49%, en tercer lugar ‘la violencia de género/feminicidio’ con 26%, en quinto lugar se ubica -ojo, ministro de Economía- el desempleo con 22%. Es increíble que teniendo como ministro del Interior a un policía de calle, operativo, no lo potencien en un gabinete lleno de ‘fantasmas’.

CUIDADITO CON IMITAR AL ‘CHINO’: El ‘autogolpe’ del 5 de abril de 1992, perpetrado por Alberto Fujimori, le hizo un terrible daño a la institucionalidad democrática. Intentaron justificar ese golpe aludiendo a encuestas que, efectivamente, indicaban que la ciudadanía estaba en su mayoría en desacuerdo con el actuar de los congresistas de aquella época. No solo en el Perú, sino en muchos otros países, el Congreso es mal visto, ¡pero de allí a cerrarlo! Ese es un remedio peor que la enfermedad. Ya lo dijo claramente Fernando Tuesta Soldevilla, que ante una encuesta que reveló que el 70% de ciudadanos se manifestó a favor del cierre del Congreso, señaló que esa pregunta es ‘peligrosa’ porque incentiva a un ‘golpe de Estado’. Lo que menos queremos ahora para el país es una tremenda inestabilidad política. Por más impresentables parlamentarios que tengamos. Apago el televisor.

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