Este Búho revisa las cifras oficiales que hasta el momento arroja el terrible azote del llamado ‘Niño Costero’, y me estremezco: setenta y cinco muertos, cien mil damnificados, más de seiscientos mil afectados directos y millones indirectos, como a los que le falta el agua, por ejemplo. Es una prueba muy dura la que nos toca afrontar. La última encuesta Ipsos puso en su sitio a toda la mal llamada clase política: Gobierno, oposición, Poder Judicial y ministros están desaprobados. Solo una verdadera unión para salir de la crisis posibilitará la reconstrucción del país. Urge una enmienda del Ejecutivo y una actitud menos confrontacional de la oposición para salir de esta trágica situación.
LO QUE SE LE VIENE A PPK: Este columnista debe reconocer que en ocho meses PPK dinamitó ese expectante 61% de aprobación que le daba la ciudadanía y hoy araña solo un 32%. Resulta revelador y debe preocupar a las cabezas de Peruanos Por el Kambio. Caída por errores propios. No lo comparen con el segundo gobierno de Fernando Belaunde que tuvo a un Sendero Luminoso dinamitando torres y matando policías, además del ‘Niño terrible’. Este gobierno no tiene a un Sendero Luminoso, pero se ve manchado por el vergonzoso escándalo de los sobornos de Odebrecht. Que altos funcionarios, de tres gobiernos consecutivos, estuvieran coludidos en las coimas manchó su imagen y PPK fue ministro de Economía y premier del prófugo Alejandro Toledo. Así sea inocente, ese escándalo definitivamente le bajó puntos. Ahora solo le queda dar talla en esta ardua tarea de reconstruir lo dañado por el ‘Niño Costero’. Además, después del desastre natural, le espera un aluvión político mortal con barro anaranjado, rocas de la estrella y toneles de desechos tóxicos izquierdistas del cura Arana y Verónika Mendoza.
MINISTROS JALADOS: Comentábamos la última encuesta de Ipsos, donde tanto PPK como Keiko Fujimori salen chamuscados. La lideresa de Fuerza Popular tiene un 52% de desaprobación. Pero la indignación ciudadana también se traslada a la mayoría de ministros del Gabinete Zavala. Uno de los más resistidos es Carlos Basombrío en la cartera del Interior. En la misma línea se ubica la ministra de Educación, Marilú Martens, debido a la controvertida currícula escolar que generó masivas movilizaciones de padres de familia. También la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, cuestionada hasta por la vicepresidenta Mercedes Aráoz por el tema de las procuradoras. El presidente deberá recomponer urgentemente su Consejo de Ministros.
ARDE ‘LURIGANCHO’: No me convencen las explicaciones que señalan como causa probable del incendio en el penal ‘Lurigancho’ a un ‘cortocircuito’. Cuando nos enteramos y vimos en la televisión lo dantesco del siniestro, pensamos que alguna maldición nos estaba castigando con furia. ¿Qué estamos pagando? Huaicos, incendios, ¿qué otra desgracia nos espera? Pero felizmente, pese a la carencia de agua, se supieron controlar las llamas, aunque dos reclusos perdieron la vida. El asunto merece una explicación. ¿Pudo haber sido un intento de motín, un incendio provocado por los propios internos para obligar a las autoridades a sacarlos en vista de la falta de agua? Es una hipótesis que se barajaba la madrugada del lunes a las afueras del establecimiento penitenciario.
EL ‘REY’ LIMÓN: Conozco gente que no come cebiche ni compra limones, sin embargo, cuando en los mercados, comerciantes inescrupulosos encarecieron el producto -pese a que tenían stock- y elevaron el precio de cuatro soles a ¡¡cuarenta!! estos vecinos lloraban, se quejaban en público, ¡¡en la tele!! ¡¡No podemos llevar el limón a nuestras mesas!! Como si el cítrico fuera un producto de primera necesidad. Felizmente, el ministro de Agricultura, José Hernández, les calló la boca. “No se quejen, sencillamente, no compren limones y castiguen a los abusivos”, dijo. Más importante era presentar los casos de los niños damnificados que no tenían ni agua, leche, comida, ni un lugar donde pernoctar, esa era la noticia y no lo del limón. Nadie se muere por no comer un cebiche un par de semanas. Apago el televisor.