Este Búho piensa que la tremenda lluvia de verano de ayer es solo una advertencia divina de diluvio ante tanto político corrupto y mentiroso, a raíz de las declaraciones de Marcelo Odebrecht, que reconoció que ‘aceitaron’ a todos los políticos que de forma farisea lo negaban a los cuatro vientos. Por eso, les presento estos ‘piquitos’ que tanto reclaman mis lectores. Cortitos, como los que le da Brunellita a su Richard ‘Chucky’ Acuña.
PPK, SÁCATE LA SOTANA: Así fastidiaban, socarronamente, los fieles que llegaron al Grupo Aéreo a despedir al Papa Francisco y vieron que PPK también estaba en la comitiva, a pesar que se habían despedido en Las Palmas. Pensemos que el mandatario es fervoroso católico y por eso parecía un guardaespaldas italiano o un cura del séquito del Sumo Pontífice. Pensemos que fue un excelente anfitrión y ya se ganó indulgencias del Papa. Ahora debe sacarse la sotana para ponerse a la cabeza del gobierno y no dejarlo en piloto automático o ‘delegando’ funciones a Meche Aráoz. Hay temas en agenda pendientes, como la reactivación económica, el reflotamiento de proyectos mineros indispensables, la reconstrucción con cambios en el norte y, sobre todo, una lucha implacable contra la corrupción. Amén.
LOS REZOS DE ALAN: Alan García tuiteaba: ‘A otros compraron, a mí no’. Sin embargo, las declaraciones de boca del propio mandamás de Odebrecht lo hicieron quedar mal y ahora tendrá que vérselas no solo con la Comisión Lava Jato, sino también con la Fiscalía. Su otrora amigazo, Marcelo Odebrecht, desbarató sus sarcasmos cuando decía que las iniciales AG de la agenda del brasileño eran de ‘Alejandra Guzmán’. El brasileño corrupto le dijo a los fiscales que con seguridad ‘apoyamos’ (financieramente) a todos, Alan García, Toledo, Humala y Keiko. Paradójicamente, al aprista lo mencionó con nombres y apellidos. Ahora García se encomienda a la Virgencita de la Puerta para que su otro amigazo, Jorge Barata, no lo hunda.
¿POR QUÉ MATARON A MAGDALENA? Un terrible crimen estremeció a Magdalena. Un sicario asesinó de cuatro disparos a una madre de familia cuando regresaba de un paseo a la playa. Magdalena Huerta Estrada era ama de casa y madre de tres hijos. ¿Quién podía tener motivos para atentar contra su vida? Luego se supo una información que cambió totalmente las investigaciones policiales. Ella era esposa de Víctor Suelpres, uno de los diecinueve funcionarios del Gobierno Regional del Callao que, junto con Félix Moreno, están investigados por varios delitos de corrupción. Como haber recibido millonarias coimas para favorecer a Odebrecht en la construcción de la Costa Verde del Callao y, según el fiscal anticorrupción, Hamilton Prado, permitir las tristemente célebres ‘adendas’ para que la obra aumente hasta los 470 millones de dólares. Según un reportaje de ‘Panorama’, Suelpres era el brazo derecho de Moreno y rotaba por gerencias claves, donde su presencia siempre terminaba, según la denuncia fiscal, en concesiones lesivas a la región y favorables a empresas como Camargo Correa y Queiroz Galvao. El informe desmiente que el blanco del atentado haya sido el funcionario, pues se ve que la infortunada mujer estaba sola en la camioneta y el sicario va directamente hacia ella y la acribilla. Esto huele muy mal. Reitero, ¿habrá fiscales y jueces limpios que llegarán al fondo de este homicidio?
SOCIEDAD ENFERMA: Algo se pudre en nuestra sociedad para que cotidianamente nos topemos con escalofriantes crímenes que parecen haber sido cometidos por psicópatas escapados de un manicomio o un hospital psiquiátrico, pero no. Son realizados por ciudadanos aparentemente normales, que desarrollan una actividad laboral, tienen familia y hasta una amante y, sin embargo, en un segundo se convierten en verdaderas bestias que perpetran abominaciones. Como la sucedida en Huaura, donde un mototaxista estranguló a su amante porque esta le exigía que abandone a su esposa para que se vaya a vivir con ella y la hijita de seis años que habían procreado. La respuesta del salvaje fue no solo ahorcar a la mujer, sino también ¡¡a su propia hijita!! Y no satisfecho con su monstruosidad, ¡¡las enterró en su propia casa para que nunca las encontraran!! De terror. Apago el televisor.
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