Este Búho observa cómo en tiempos de desastres naturales se ve lo mejor y lo peor del ser humano. Aparecen ángeles y demonios encarnados en hombres y mujeres. Los ángeles, policías que arriesgan sus vidas para rescatar a personas. Los militares, los jóvenes voluntarios, los pueblos hermanos de otros países que brindan ayuda solidaria. Por el otro lado están los malos: sabandijas que buscan lucrar con la desgracia. Acaparadores de productos de primera necesidad y rateros de donaciones. Pero el Perú es más grande que sus problemas y saldremos adelante. Aquí les presento mis ‘Piqueítos’, que tanto reclaman mis lectores.
DESGRACIA Y FRANELA: Ayer se inundó el centro histórico de Piura, la Plaza de Armas, la Catedral. Es evidente que no se hizo nada para prevenir tamaña desgracia. Pero no solo en Piura. Cuando veo las desgarradoras imágenes de pobladores de caseríos piuranos y en la fronteriza Tumbes, que lloran ante las cámaras clamando por motobombas y agua potable, frente a sus viviendas inundadas hasta el techo, con los diques colapsados, zancudos y bichos flotando, sin que llegue ninguna ayuda, recuerdo algunos comentarios en las redes, que me imagino son pagados por alguien, con frases como ‘¡ahora sí se siente al Estado!’ ¿Qué pensarán de estos ayayeros los miles de peruanos que están sufriendo?
SANTA MARÍA: Un reportaje de investigación de ‘Panorama’ causó indignación. En momentos que el fenómeno del ‘Niño Costero’ destruía el agro y se encarecían los alimentos, la viceministra de Agricultura, Eufrosina Santa María, veraneaba en horas de trabajo en la piscina de un exclusivo club tomando sol en bikini junto a un fotógrafo ‘personal’ del que no se despegaba mañana, tarde y noche, con quien paseaba en bicicleta y nadaban en horas de trabajo. Para colmo, el vehículo oficial asignado a la funcionaria se dedicaba a trasladarla a sus pasatiempos y ella se lo ‘prestaba’ a su ‘amiguito’ para que lo use a su antojo. Pero la investigación no solo demostró que el ‘fotógrafo’ estuvo detenido en Máncora por presunto delito de tráfico ilícito de drogas, sino que la viceministra, quien ya había ostentado un alto cargo en Agricultura, durante el gobierno de Alan García, protagonizó un escándalo mayúsculo que llegó a los medios al llevar con presupuesto de su sector a una comitiva de Trujillo a Tumbes, supuestamente a un evento, y lo único que hicieron fue irse de juerga toda una noche a una discoteca. Ahora falta averiguar cuántos funcionarios de esa calaña estarán infiltrados en las altas esferas de los ministerios.
LEY MORDAZA: Los legisladores fujimoristas, encabezados por Úrsula Letona y Alejandra Aramayo, han presentado un proyecto de ley que pretende atropellar un derecho fundamental de los ciudadanos: la libertad de expresión. Con el pretexto de combatir la corrupción en perjuicio del Estado, pretenden crear una ley para controlar quienes no deben ser directores, editores o jefes de medios de comunicación. Increíble. Se intentaría crear un ‘ente’ para controlar que las informaciones ‘sean objetivas y veraces’. Todo no es más que un burdo intento para controlar los medios de comunicación. Y todavía lo presentan en momentos de crisis para aprovechar el pánico.
AGÁRRENLOS A COMBAZOS: Los delincuentes son unos miserables. Esos que se meten a robar a las iglesias o a los colegios nacionales sin recursos sus pocas computadoras, merecen pudrirse en prisión. Igual los rateros, que ni porque el país está en crisis y todos se unen para llevar algo de solidaridad a nuestros hermanos que sufren en el norte, dejan de dedicar su tiempo a planear asaltos a punta de combazos en Miraflores. Se aprovechan de que la Policía Nacional está realizando una gran labor en el rescate y ayuda a los damnificados, inclusive los salvavidas de Lima están rescatando a los que quedaron atrapados en sus casas por la inundación en Piura. Cuando capturen a estos miserables deberían internarlos en el penal de ‘Challapalca’, allí donde los cóndores usan chalina.
A BAILAR TRONCAZOS: Esta noche está prohibido tener miedo. El fútbol puede provocar sonrisas en medio del drama. Nuestros compatriotas esperan, dentro de tanta calamidad, una alegría cuando enfrentemos a Uruguay. Ojalá las portadas, junto a la desgracia, nos anuncien un triunfo peruano. Apago el televisor.