Este Búho a veces piensa que la pandemia nos está volviendo medio loquitos. Kenji Fujimori puso rojo de ira al alcalde Jorge Muñoz, quien criticó a su colega miraflorino Luis Molina: ‘No es momento para bodas presenciales’. Mientras una popular cumbiambera hace bochinche porque quiere ‘que vuelvan los conciertos’. Increíble. ¿Es que no entienden que ya pasamos los diez mil fallecidos? Y en los distritos más populosos los contagios siguen en aumento. Aquí les presento mis ‘Picotitos’ que tanto reclaman mis lectores.
PEOR QUE EL VIRUS: De este Congreso ya se puede esperar cualquier cosa y de verdad pienso que Salvador del Solar debe estar rojo de vergüenza porque el Legislativo que ayudó a disolver, con todo lo malo que encarnaban los fujiapristas (obstruccionistas, blindadores de corruptos y conspiradores de vacancias presidenciales por piconería), no hubieran actuado en plena pandemia mundial, con tantas iniciativas irracionales, demagógicas, oportunistas y electoreras.
Solo a estos impresentables desconocidos se les puede ocurrir en plena emergencia, con un gabinete desgastado por la crisis y que necesita balones de oxígeno de recambio ministerial, ¡¡querer interpelar a seis ministros!! Todo por un afán electorero y de figuración irracional en estas dramáticas circunstancias.
EL ROCHE DE LA ‘SECRE’ DE MARTÍN: Se le vino la noche con fuerza a la poderosa secretaria general de Palacio de Gobierno y para muchos ‘mano derecha del presidente’. El asunto del gelatinoso ‘Richard Swing’ es mantequilla comparado con el de nepotismo en la contratación de ‘su cuñada’ cuando Mirian Morales ejercía un alto cargo en el Ministerio de Transportes y también contrató cuando ya estaba en Palacio, como denunció ‘Panorama’.
El asunto se le pone color de hormiga porque ayer el fiscal Reynaldo Abia ingresó a Palacio de Gobierno, a las oficinas de Morales, y ya inició una investigación de ‘oficio’. ¿Le pedirá el presidente que dé un paso al costado como lo sugirió el premier Vicente Zeballos?
’COMANDO VACUNA': Cuando algún proyecto cae en manos de Carlos Neuhaus, existe la esperanza de que culmine satisfactoriamente. Consiguió que se terminaran a tiempo -contra todo pronóstico- las obras de los exitosos Juegos Panamericanos Lima 2019 y logró, también, que los centros comerciales vuelvan a operar cumpliendo los protocolos sanitarios. Pero ahora se ha propuesto una meta mucho más difícil, alejada de lo deportivo o comercial: salvar vidas.
Es vocero del ‘Comando Vacuna’, una institución que está buscando que la vacuna que desarrolla el Reino Unido se pruebe en el país. Gracias a sus contactos en Inglaterra, donde siguió estudios universitarios, afirma que los científicos de la Universidad de Oxford son los que están más adelantados y existe la posibilidad de que un porcentaje de pruebas en humanos la apliquen en el país, con la esperanza de que cuando tengan la vacuna definitiva nos la comercialicen con ventajas antes que a otros países. ‘Se daría un efecto palanca, una con otra’, asegura. Qué Dios lo oiga.
LA NUEVA (A)NORMALIDAD: El llamado inicio de ‘la nueva convivencia’ no pudo ser peor. Aunque, hay que decirlo, ya nos lo imaginábamos. Si en la fase anterior fueron los mercados los focos infecciosos, que recién fueron intervenidos drásticamente por los ministerios de Salud, Interior y las municipalidades, y lograron que estos adoptaran las medidas sanitarias obligatorias so pena de cierres definitivos, hoy los focos infecciosos se hallan en el transporte público.
Y a diferencia de los comerciantes, que eran dueños de sus puestos y lo perdían todo con los cierres, los choferes en su mayoría son ‘palancas’ contratados, ‘piratas’ con cerros de papeletas a quienes no les importa en lo más mínimo respetar la distancia, la prohibición de ir parados. El primer día vimos buses llenos. Los choferes se defendían: ‘Es que ellos quieren viajar así’.
Definitivamente, los fiscalizadores de transporte no podrán solos. Si no quieren que los contagios explosionen otra vez como sucedió con los mercados, la Policía y Fuerzas Armadas deben ayudar a poner orden. Pero ese es solo un aspecto de esta caótica situación. Ya me ocuparé de los centros comerciales. Apago el televisor.