Este Búho se reafirma. El presidente Vizcarra cambió de chip al llegar a los 100 días del ‘Estado de emergencia’ con el terrible balance de fallecidos, que ya se acercan a los ¡¡nueve mil!! y la ‘curva’ de contagios no se ‘aplana’, como equivocadamente anunciara hace más de un mes. Por eso ya no podía volver a ensayar su clásica justificación. No podía repetir esa excusa ante una cifra espeluznante. Pero, lamentablemente, el moqueguano no reconoció, después de cien días, que fracasó la estrategia del Gobierno para rastrear a los contagiados con este virus letal y traicionero.
MIRA: Vizcarra vs. las clínicas
¿De qué servían realizar miles de pruebas y detectar a los contagiados, si solo les decían ‘váyanse a su casa y no salgan’? En los mercados, a los comerciantes detectados positivos les prohibían volver a ingresar al centro de abastos y estos, en vez de hacer cuarentena en su casa, ¡¡se iban a otros mercados a vender y seguir contagiando!! Para muestra un botón. Igual sucedió en las colas de los bancos y transporte público. Cuando se intentó corregir esas omisiones, ya era demasiado tarde. El mandatario nos debía una sincera autocrítica. Don Martín se fue a lo obvio.
UNO: Un Estado incapaz de atender las demandas de la población. No de ahora, sino de muchos gobiernos anteriores al suyo. Pero esa realidad que todos conocíamos y que desnudó la pandemia en su faz más horrísona (orfandad y carencia en hospitales), no lo eximía de las equivocaciones en el combate contra el coronavirus, las de su equipo y de algunas las decisiones que tomó. Pero prefirió buscar un segundo ‘culpable’ ostensiblemente más visible.
DOS: Las clínicas tenían ‘rabo de paja’ cuando un informe periodístico denunció que casi todas cobraron fuertes sumas por ‘pruebas’ que a ellos no les costaron ni un sol, porque se las hacía gratis el Estado. Luego, empezó a salir con frecuencia en los programas dominicales las denuncias por realizar cobros abusivos a enfermos del Covid-19. Se veían casos de personas que tuvieron que vender sus propiedades para pagarles.
Haciendo tabla rasa del juramento hipocrático, los dueños de estos centros de salud privados se aprovecharon de la desesperación de los infectados. En el ‘Día del Campesino’, Vizcarra ya tenía la encuesta Datum de junio, donde otra vez bajó, esta vez 11 puntos con respecto a mayo. Su aprobación de junio cayó a 67%. Su ‘ultimátum’ de 48 horas para que las clínicas se reúnan con el Gobierno y bajen sus exagerados cobros so pena de ‘expropiarlos’, resultó un gesto para la platea, para el pueblo adolorido por la falta de atención en hospitales públicos e indolencia de los privados.
Pero en realidad una medida de ese tipo no va a resolver nuestra dramática situación de los servicios de UCI de los hospitales del Ministerio de Salud y EsSalud que ya colapsaron. Ellos representan la atención del 95% del país, mientras que los privados solo el 5%. Al final, la bravata presidencial hizo aflojar a los privados, aunque especialistas aseguraban que de decidir el Gobierno una ‘expropiación’, iba a demorar meses para cumplir con la ley y lo más salomónico fue llegar a un acuerdo.
Como siempre, las clínicas no pierden y cobrarán una ‘tarifa plana’ de 55 mil soles al SIS y EsSalud por paciente que llegue derivado del Estado. No importa si se queda un día, una semana o treinta días. Es un pago único fuera de medicinas. Hasta ayer todavía no se había firmado el acuerdo y las clínicas no iban a recibir todavía a ningún paciente proveniente de un hospital estatal.
Y aunque el ministro Zamora dijo que estas disponen de mil 500 camas UCI, lo más probable es que ellos también estén con su capacidad al tope y quienes lleguen a sus puertas se pueden encontrar con un cartelito tétrico: ‘No hay camas UCI’. Por eso, lo primero que se debe hacer es conformar un grupo especial fiscalizadores del Ministerio de Salud para que nadie le ‘saque la vuelta al acuerdo’. Apago el televisor.