Una tesis sobre Ribeyro

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Esta tremenda denuncia ha sido increíblemente ignorada por el presidente, que solo se ha limitado a decir que ‘tiene tintes políticos’, pero ya la fiscalía ha abierto investigación a la pareja por los presuntos delitos de plagio agravado, falsedad genérica y cobro indebido en agravio del Estado.

Este columnista prefiere comentar sobre verdaderos estudiantes universitarios que sí investigan durante años para hacer sus trabajos. Como el escritor Jorge Coaguila, el magíster en literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, quien se graduó en la ‘Cuatricentenaria de América’ con la tesis ‘Ideología política en la correspondencia entre Julio Ramón Ribeyro con su hermano Juan Antonio (1953-1983)’.

Coaguila conoció a Ribeyro en el año 1991 y desde allí compartió una amistad con el escritor, quien lo nombró como ‘su biógrafo oficial’, pero sobre todo se hizo muy amigo de su hermano y, una vez en confianza, Juan Antonio le dijo: ‘Yo conservo todas las cartas que Julio Ramón me mandaba desde que se fue a Europa en 1953′. Coaguila llegó a la conclusión de que esas misivas eran un tesoro. Representaban el pensamiento del autor de ‘La palabra del mudo’ químicamente puro, sin ningún filtro.

Allí le comentaba sobre sus vivencias -o supervivencia en muchos de los casos-, el mundillo de los escritores en París, sus encuentros con Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce, sus terribles estrecheces económicas de recién llegado, sus opiniones políticas en esos años convulsionados sobre la revolución cubana, las guerrillas del MIR, el Apra, Belaunde, el conflicto chino-soviético, la guerra de Vietnam.

El Búho: Gracias a Coaguila, en el 2019 salió publicado el libro ‘Cartas a Juan Antonio’

El mismo escritor le dijo a su hermano, en una misiva del año 1977: ‘Me parece bien que guardes mis cartas y las ordenes. Quizá alguna vez podrías publicarlas con el título ‘Cartas a Juan Antonio’. No sé si tendrán algún valor, pero de todos modos hay cosas que seguramente solo te he dicho a ti y que, al menos, tienen el mérito de la sinceridad’. Y vaya que tuvo valor. Gracias a Coaguila, en el 2019 salió publicado el libro titulado justamente como quería Ribeyro, ‘Cartas a Juan Antonio’.

El apasionamiento de Coaguila por la obra de Ribeyro lo llevó a matricularse en la escuela de postgrado de literatura de San Marcos, que le permitía estudiar con mayor intensidad al cuentista. Su tesis de graduación, como no podría ser de otra manera, se tituló ‘Ideología política en la correspondencia entre Julio Ramón Ribeyro y su hermano Juan Antonio (1953-1983)’.

Cuando conversé con él, a propósito de la publicación de su libro, una definitiva biografía del autor de ‘Los dichos de Luder’: ‘Ribeyro, una vida’, me confesó lo sacrificado que significa trabajar una tesis de magíster, sobre todo para un jurado tan exigente como el de San Marcos. Qué distinto es el caso de Pedro Castillo y su esposa Lilia, que con ‘viveza criolla’ habrían plagiado más de la mitad de su tesis.

¡¡O sea, copian textualmente las tesis de otros!! Lamentablemente en el país muchos siguen el mal ejemplo de Castillo porque algunas universidades pasan ‘por agua tibia’ las tesis de maestrías, con tal de que los alumnos paguen costosas sumas para obtener su grado que solo les sirve para tenerlo colgado en la pared. Hay que destacar el trabajo de los miles de bachilleres que se queman las pestañas y presentan tesis elaboradas con esfuerzo de su cerebro. Por eso da vergüenza escuchar ahora al presidente decir que ‘hay que defender la educación de calidad’. Plop. Apago el televisor.

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