
Este Búho cree que la edad está en la mente. Pienso en ello luego que el célebre actor Robert De Niro acaba de cumplir 82 años y se resiste a la jubilación. Más bien, está en varios proyectos, rodajes de película, proyectos hoteleros y una pasión que ahora lo tiene enamorado: el jamón español. De Niro lo repite siempre que puede: España lo inspira, lo seduce, lo atrapa.
“Esto no es comida, es algo increíble que recomendaría a cualquiera”, dijo sobre el jamón ibérico. Ya tiene previsto abrir el Nobu Hotel Madrid, siguiendo con su cadena hotelera.
Pero es increíble cómo pasa el tiempo. Nunca olvidaré cuando lo vi por primera vez en las pantallas de un cine. Fue en el filme que lo catapultó a la fama: ‘El padrino 2’ (1974), donde encarnó a Don Vito Corleone de joven. Una tremenda actuación que lo llevó a obtener un Oscar al mejor actor secundario.
Lo que muchos no saben es que De Niro participó en el casting para la película original del director Francis Ford Coppola, ‘El padrino’ (1972), que protagonizaba Marlon Brando. Tanta era su desesperación para obtener un papel importante en ese filme de culto que hizo dos castings, uno para Sonny Corleone, rol que al final recayó en James Caan, y otro para el papel de Michael, el hijo menor del Don, que lo ganó Al Pacino.
Coppola le ofreció el personaje de Paulie Gatto, el chofer guardaespaldas de Don Vito, un traidor que terminó asesinado al inicio de la trama. De Niro, sagazmente, no aceptó dar vida a ese indigno personaje. Protagonizó más bien una sorprendente película de truhanes, ‘Calles peligrosas’ (1973), de Martin Scorsese, junto a Harvey Keitel.
El neoyorquino demostró su valía y Coppola no dudó en ofrecerle el papel de Vito Corleone joven para la segunda parte, cuando Brando se negó a participar en el proyecto por problemas con la productora.
‘Taxi driver’ (1976), de Martin Scorsese, fue la segunda película de De Niro que vi, en un ruinoso cine. En verdad, esa primera visión de esta obra de culto del popular Marty me rayó. Un taxista, Travis Bickle (De Niro), regresa trastornado de Vietnam y se ve rechazado en Nueva York, una sociedad muy violenta y corrupta. Solitario, sin cultura, se vuelve adicto a la pornografía y vive de su taxi nocturno.
Conoce a Iris, una prostituta callejera ¡¡de 13 años!! (increíble Jodie Foster) que es sometida por su caficho Matthew ‘Sport’ Higgins (Harvey Keitel). Pero antes había conocido la parte llamémosle decente y ‘oficial’ de la Gran Manzana, pues frecuenta a una clienta preciosa, Betsy (irresistible Cybill Shepherd), que trabaja como promotora de un candidato a presidente de los Estados Unidos.
Pero ella, que sale con el taxista, se da cuenta de que le falta un tornillo y lo rechaza. Por eso, este se propone matar al candidato. Mientras elabora su plan, cachuelea en su taxi y es ahí donde se topa con la prostituta infantil. Al final, Travis vuelve a la guerra, pero no en las selvas asiáticas de Vietnam, sino en el asfalto de Nueva York. Se convierte en ‘héroe’ asesinando a los ‘malos’ que abusan de la niña, con un corte a lo mohicano que, tiempo después, adoptarían los punks.
Este columnista ya estaba joven cuando estrenaron ‘El toro salvaje’ (1980), del mismo Scorsese. La cinta está inspirada en la vida del campeón mundial de boxeo Jake LaMotta. Me impresionó. Relata el apogeo y la caída del campeón. Para el papel, un alucinante De Niro tuvo que engordar 25 kilos.
Lo que nunca olvidaré, en ese filme, es cómo LaMotta, cuando está ad portas de pelear por el título, tiene que rechazar a su bellísima esposa Vickie (Cathy Moriarty), quien le pide tener intimidad, pero él la bota violentamente. Hasta le pega, y mientras ella se va maldiciendo y amenazándolo con buscar satisfacción en otro lado, cosa que hace con mafiosos y su cuñado Joey, Jake se consuela poniendo su miembro viril en un cubo de agua helada.
El director se esmeró en retratar fielmente la fraternidad entre los hermanos Jake y Joey, y obligó a De Niro y Joe Pesci a vivir juntos tres meses antes del rodaje.
Después hizo memorables actuaciones en la hermosa ‘Érase una vez en América’ (1984), del maestro Sergio Leone; ‘Los Intocables’ (1987), de Brian De Palma, como el psicópata Al Capone; ‘Buenos muchachos’ (1990), ‘Cabo de Miedo’ (1991), ‘Casino’ (1995), como el judío Sam ‘Ace’ Rothstein, y ‘El irlandés’ (2019), como el sicario Frank Sheeran. Las últimas cuatro dirigidas también por Scorsese.
De lo último me quedo con ‘El irlandés’ (2019) y la notable ‘Los asesinos de la luna’ (2023). Estas dos últimas injustamente maltratadas en los premios Oscar. De Niro es una leyenda viva. Apago el televisor.
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