Este Búho se conmociona ante la masacre de siete efectivos de la Policía Nacional del Perú, luego de una emboscada que, según el general José Zavala, jefe de la Dircote, fue ejecutada por el grupo terrorista Sendero Luminoso en su remanente grupo Militarizado Partido Comunista del Perú, dirigido por el ‘Camarada José’, Víctor Quispe Palomino, hordas que se financian con el narcotráfico.
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Se trató de un ataque sanguinario al más puro estilo senderista de los años ochenta. Traicionero, planificado por una columna que sabía muy bien que ese vehículo policial no estaba bien apertrechado, pues se dirigía a las riberas del río a comprar ‘Paco’ (pescado selvático) para mejorar el rancho de los efectivos.
Escondidos en la maleza, los ‘tucos’ los acribillaron, los remataron con tiros en la cabeza y robaron los fusiles de largo alcance. Este alevoso ataque no es casual, es parte de una estrategia subversiva y demuestra que Sendero esta más activo que nunca y este acto les propina una cachetada en la cara a esos ‘cojudignos’, quienes sostienen que ‘estaban viendo fantasmas’, que ‘Sendero ya no existe’, que mencionar la presencia de los seguidores de Abimael significaba que ‘estában terruqueando’, que es ‘una cortina de humo del gobierno’, ‘Abimael ya murió’.
Entre quienes daban estos pueriles argumentos que le hicieron el juego a Sendero estaban los izquierdistas recalcitrantes de siempre, periodistas seudo independendientes fanatizados, ‘famosos’ figuretis o sin chamba, tuiteros vagos que se sienten ‘políticamente correctos’ por usar la boina del ‘Che’.
Solo denuncian ‘barbaries policiales’
Todos ellos activisímos en las redes para denunciar diariamente solo las ‘barbaries policiales’. Para ellos no hay policías heridos, ni muertos, ni cuentan los once fallecidos producto de los inhumanos bloqueos de carreteras y por impedir el paso de ambulancias, donde se incluyen tres bebitos.
De eso nunca escriben. Para ellos ‘son daños colaterales’. A la destrucción de la propiedad pública y privada ellos la califican de ‘legítima protesta’. Por eso, el fatídico día sábado 11 en la mañana, para ellos no hubo una masacre de policías. La mayoría no tuiteó nada.
Otros llegaron al extremo de seguir ‘blindando’ a Sendero, escribiendo indignados que ‘por qué mencionan al terrorismo, si lo que hubo es una acción del narcotráfico. El Perú es el segundo país productor de cocaína y los narcos tienen que cuidar sus rutas de acceso’.
La verdadera historia de Sendero
Todos ellos son tontos útiles de la subversión. Quien conoce la verdadera historia de Sendero Luminoso en 1981, Abimael Guzmán y Margie Clavo Peralta, ‘Camarada Nancy’, comprobaron que se les estaban acabando los fondos económicos para seguir financiando su lucha armada y decidieron armar ‘un frente’ en el Alto Huallaga.
Fue así que Sendero se convirtió en un sanguinario ‘gendarme’ que dinamitaba y asesinaba a policías en comisarías y los emboscaba. También les cobraba cupos a las ‘firmas’ de narcotraficantes en Uchiza o Tocache, donde ordenaba ‘paros armados’ con tomas de carreteras.
Los ‘camaradas’ se convirtieron desde esos años hasta hoy, con el remanente de la horda del ‘Camarada José’, en una organización narcoterrorista, pero nadie le puede quitar la etiqueta de senderista.
Querer ‘blindar’ al terrorismo es peligroso, porque pretende que el gobierno siga con los brazos cruzados y no tome una acción contundente contra Sendero Luminoso, que no solamente está en el Vraem, donde utiliza una estrategia militar de aniquilamiento.
En otras regiones algunos dirigentes vinculados al Movadef utilizan zonas de Cusco, Puno y Madre de Dios para imponer la inhumana estrategia de ‘aislar las ciudades’ y someterlas a la hambruna ‘para enfrentarlas al gobierno’. ‘Esto no va a parar así caiga Boluarte y haya adelanto de elecciones. Vamos a seguir, vamos a resistir’, advirtió un dirigente radical de Canchis, quien también amenazó con no dejar ingresar el gas ‘porque favorece a los empresarios de afuera. Deben utilizar leña’.
Increíble esa delirante propuesta típica del fanatismo maoísta. Me hizo recordar una consigna de ellos en mis tiempos sanmarquinos: ¡Combatir y resistir! Ellos han vuelto con viejas y nuevas estrategias. Con el sanguinario asesinato de siete valerosos policías se han descubierto. El gobierno debe convocar al Consejo de Seguridad Nacional para diseñar una estrategia contra una real y palpable amenaza. El homenaje a esos valerosos policías caídos en La Convención obliga a que el Estado vuelva a derrotar al demencial terrorismo senderista. Apago el televisor.