Se acerca el fin de Maduro.
Se acerca el fin de Maduro.

Este Búho observa con atención el enorme despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe frente a las costas de Venezuela. Donald Trump mantiene en la zona una verdadera flota de guerra que incluye buques, aviones caza, miles de soldados, poderosos misiles, un submarino nuclear y al portaaviones más grande, poderoso y sofisticado del mundo, el USS Gerald R. Ford.

Aunque aseguran que su objetivo es destruir embarcaciones y aviones que lleven drogas a Estados Unidos, no hay que ser un genio para darse cuenta de que en realidad buscan sacar del poder al ‘gorila’ Nicolás Maduro. El dictador está asustado y aunque salga en público vociferando que está más fuerte que nunca, lo cierto es que anda escondiéndose en búnkers secretos, pues no solo teme que un bombardeo letal lo haga polvo en segundos, sino que alguien de su entorno más próximo lo traicione y lo mate o entregue a las autoridades de Norteamérica, pues hay una recompensa de 50 millones de dólares por su cabeza. Para los gringos no es un presidente legítimo, sino el principal cabecilla del criminal Cártel de los Soles, dedicado a exportar drogas y, por tanto, pueden eliminarlo porque se trata de un vulgar narcotraficante.

Los más de ocho millones de venezolanos que salieron de su país huyendo del hambre, la miseria y la violencia que ha provocado el chavismo empobrecedor rezan para que caiga de una vez este régimen de terror. Ya son 24 años desde que el chavismo comunista llegó al poder, del que está prendido como una garrapata.

Ellos practican al pie la letra y con demasiado entusiasmo la famosa frase del encarcelado por filiación terrorista Guillermo Bermejo: ‘Si tomamos el poder, no lo vamos a dejar. Con todo el respeto que se merecen ustedes y sus pelotudeces democráticas’. Así que mientras siguen repitiendo hasta el cansancio la cantaleta de que son un gobierno revolucionario que lucha por los más pobres, continúan desapareciendo personas, asesinando y enriqueciéndose a costa del pueblo venezolano que está sumido en el hambre.

Sería una gran noticia no solo para Venezuela, sino para toda América, que caigan Maduro y sus secuaces para que retorne la democracia a ese país. El éxodo venezolano ha afectado a varios países en la región y uno de ellos es el Perú, donde hay más de un millón 700 mil llaneros.

El nuestro es un país pobre con graves carencias en los sistemas de salud y de educación, por ejemplo, que no dan para más. Nuestros hospitales están mal abastecidos, sin camas ni medicinas, pero pese a ello los extranjeros que están acá de manera legal gozan del Sistema Integral de Salud (SIS) que les permite ser atendidos y recibir las medicinas que haya de manera gratuita. Los venezolanos honrados y trabajadores, como los de cualquier otra nacionalidad, siempre han sido y seguirán siendo bien recibidos en el Perú.

Pero la caída del chavismo podría permitir que los sanguinarios criminales llaneros que son capturados acá puedan finalmente ser recibidos en Venezuela y paguen sus delitos en sus cárceles, pues las nuestras están hacinadas. Maduro se niega a aceptar a sus criminales y hasta tiene el cinismo de negar la existencia del ‘Tren de Aragua’.

Es más, son numerosas las investigaciones que han advertido que este sátrapa saca de sus cárceles a los peores delincuentes para mandarlos a los países que considera enemigos de su régimen, como el Perú. El psicópata ladrón nos envía a sus descuartizadores y asesinos para agudizar la inseguridad ciudadana y así desestabilizar a los gobiernos. Como sea, debemos estar preparados para la caída del chavismo, algo que traerá consecuencias en Latinoamérica.

En Chile, donde ayer fueron las elecciones presidenciales en primera vuelta, todos los candidatos de la derecha coincidían en que iniciarán una guerra sin cuartel contra los hampones llaneros, e incluso alguna prometía la prisión o el cementerio, pues el ‘Tren de Aragua’ ha causado una crisis de violencia criminal sin precedentes, incluido el asesinato de carabineros. Entre sus propuestas figuran expulsar de inmediato a los venezolanos que están en situación irregular en Chile, que son alrededor de 200 mil.

Es obvio que tratarán de hacerlo por Tacna, como ya sucedió en 2023, lo que generó enfrentamientos, y es algo que no podemos permitir. Desde ahora la Policía y las Fuerzas Armadas deben reforzar nuestras fronteras, si no queremos vernos perjudicados. Parece que el tiempo de Maduro está a punto de expirar. Apago el televisor.

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