Este Búho se sorprende al comprobar que algunos grandes escándalos en las altas esferas de la política peruana, como los huracanes, han tenido nombres de mujer. El último, el llamado ‘Swingate’ que casi termina guillotinando al presidente Vizcarra, por culpa del conflicto en que se metió por mediar en la bronca entre sus íntimas colaboradoras en Palacio de Gobierno, sus llamadas ‘Chicas Superpoderosas’ Mirian Morales y Karem Roca. Al final, terminó humillado y grabado en turbias componendas para eludir su relación con el ‘resinoso’ criollo. Pero otros gobiernos cayeron por las infidencias, traiciones de damas del cogollo más íntimo del hombre que mandaba en el país: Vladimiro Montesinos, traicionado por Matilde Pinchi Pinchi, o la relación de Ollanta Humala con Nadine Heredia.
MATILDE PINCHi PINCHI: La ‘Pollito’ había conocido a Montesinos cuando este, expulsado del Ejército, trataba de abrirse paso como abogado ‘todo terreno’. Matilde era la principal proveedora de bisutería a todas las tiendas del emporio de Gamarra. Provinciana, sin terminar la secundaria, había acumulado una importante fortuna importando joyas de fantasía de Estados Unidos y China. Pero un cargamento fue incautado en Estados Unidos ‘por cuestiones de impuestos’. Necesitaba un abogado ‘mosca’ que pudiera sacarla del apuro como sea. Montesinos le hizo el milagro y desde allí lo convirtió en su abogado y Vladi, interesado, se hizo también su amante, pero sobre todo eran amigos. Había admiración mutua. El ‘Doc’ admiraba lo práctica y buena administradora que era Matilde en sus negocios. Por eso, cuando Montesinos llegó a ser el ‘gemelo’ de Fujimori y su principal asesor, la llevó al SIN, para que trabaje como su ‘cajera’, pero también como su confidente, consejera y amante. No había un dólar de los millones sucios que movía el ‘Doc’ que no lo registrara la Pinchi. Pero su relación se ‘enfrió’ cuando Montesinos empezó a convivir con Jackeline Beltrán, la ‘Gatita’. Matilde también tenía llave del almacén donde el coronel Huamán guardaba los ‘vladivideos’. La gota que derramó el vaso entre Mati y el ‘Doc’ fue un viaje a Rusia a entrevistarse con traficantes de armas, en setiembre del 2000.
La ‘Pollito’ estaba feliz pensando que estaría sola con Vladi, pero nunca imaginó que también viajaba Jackeline Beltrán, con sus aires de ‘primera dama’, y del saque miró de arriba abajo a Matilde. El ‘Doc’ cometió el error de presentarla como su ‘masajista’ y ella se sintió humillada. La ‘Gatita’ la trataba peor que una empleada y una noche Pinchi se rebeló, le dijo que ‘no era una muerta de hambre’ y le contó que Montesinos era su amante. Casi se lían a golpes si no interviene el asesor. Esa noche la ‘Pollito’ entró en la habitación y vio cómo Jackie había roto la fina camisa del asesor en una bronca. Pero el agredido insultó a su cajera y la botó de la habitación. La empleada seguía recibiendo agresiones del ‘Doc’. Cuando volvían a Lima, el avión hizo escala en Cuba. Pinchi le pidió su pasaporte porque quería regresar por su cuenta. Vladi se aleonó: ‘Si quieres, te largas a donde quieras cuando lleguemos a Lima’. Matilde se quedó, pero le hizo la cruz. Cuatro días después, el país entero quedó estupefacto cuando se difundió el ‘vladivideo’ donde Montesinos sobornaba al congresista tránsfuga Alberto Kouri. Fue su peor venganza.
NADINE HEREDIA: La mayoría de analistas políticos coinciden en señalar a la esposa del expresidente Ollanta Humala como la principal responsable del descalabro y desgracia de su marido, pues las evidencias las dejó ella. Usufructuó funciones que no le competían como primera dama. Además, no solo involucró a su marido, sino también a su familia en esos tremendos ‘faenones’ inmobiliarios. El caso de las ‘agendas’ tuvo el mismo estilo que el accionar de Al Capone, quien tenía cuadernos en los que sus contadores colocaban escrupulosamente los millones de dólares sucios, producto de sus múltiples delitos en Chicago. Los montos que los brasileños de Odebrecht han confesado que entregaron a Nadine Heredia son los mismos que figuran en las ‘agendas’.
Allí empezó su Waterloo y también salió a relucir su lado más peligroso para la justicia. Intentó ‘morir negada’. Rechazó cínicamente que esas ‘agendas’ fueran de su propiedad, a pesar de que todas las anotaciones estaban escritas con su puño y letra. La ‘Jefa’, como la llamaban los congresistas sobones de su bancada, mandoneaba a ministros y su propio suegro don Isaac Humala la calificó así: ‘Le gusta la plata y está borrachita de poder’. Apago el televisor.