Este Búho ve el panorama político del Perú más movido que ‘Kike’ Suero en un tagadá y celebrando su cumpleaños con una trepadora cachina de Ica. Por eso, agarro mi ‘Espada del augurio’ de ‘Los Thundercats’, para que me permita ver ‘más allá de lo evidente’ y dar estos ‘Piqueítos’ que mis lectores tanto reclaman.
Es una lástima que apenas se estrenó en el poder, el presidente Pedro Castillo, de la mano de Vladimir Cerrón, haya elegido un gabinete ministerial tan impresentable, con personas que no dan la talla ni por asomo.
Encima, varios tienen un preocupante acercamiento con grupos terroristas, como la titular de la cartera de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Anahí Durand, quien firmó una carta a favor del fundador del sanguinario Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, Víctor Polay Campos.
Además, ella fue panelista junto al número dos del grupo emerretista, Alberto Gálvez Ochoa, durante la presentación de un libro de este tras ser liberado. Como si fuera poco, fue pareja del chileno Alejandro Astorga Valdez, sentenciado a 15 años de prisión por terrorismo y liberado tras cumplir dos años.
¿Con esos antecedentes, con esas cercanías, se puede ser ministro y tener en las manos información privilegiada del Estado? Por todo esto, es probable que el Congreso niegue la confianza a dicho gabinete.
La incertidumbre en que hoy está sumido el país por culpa de Castillo, pues fue él quién eligió a su ‘gabinete bomba’, es inaceptable. Las consecuencias ya las estamos viviendo todos los peruanos, pues los precios de muchos productos suben mientras el dólar continúa elevándose.
Los alimentos, las medicinas, los artefactos eléctricos y muchos otros cuestan cada día más y los mayores afectados son los pobres, los que menos tienen.
Ni la elección de Pedro Francke -que ni siquiera es considerado por los expertos como un profesional de primer nivel- para el puesto de ministro de Economía parece suficiente para dar tranquilidad a los actores económicos en el país, pues mientras tanto en Perú Libre siguen diciendo que van a cumplir lo que ofrecieron en campaña, léase, por ejemplo, revisión de contratos y de los tratados de libre comercio que generan miles de empleos y que hoy corren riesgo de quedar en nada.
Es triste decirlo, pero el presidente Pedro Castillo brilla por su ausencia. Tampoco se sabe lo que hace o con quiénes se reúne.
Ante la presión de la gente y el peligro de que sea denunciado por faltar a la ley, pues es clamorosa su falta de transparencia en sus actividades diarias, ayer se anunció que comenzará a despachar en Palacio de Gobierno hasta que encuentre un lugar de su agrado.
Creo que ya es hora de dejar de decir que está ‘secuestrado’ por Cerrón. Ambos comparten el mismo pensamiento radical y por eso Castillo puso los ministros que hoy dirigen los destinos del país, con un premier como Bellido que defiende a Sendero Luminoso, o un canciller como Héctor Béjar que estuvo preso por integrar el grupo militarizado Liberación Nacional (ELN) y adora a Fidel Castro.
Un mandatario debería marcar la agenda, pero el actual no lo hace, simplemente decidió obedecer a Cerrón.
Cerrón es la voz cantante en el actual gobierno y lo deja claro cada vez que le da la gana. En uno de sus últimos ‘tuits’ señaló que ya es hora de convocar de inmediato ‘al empresariado para tratar la renegociación de los contratos lesivos al Estado’.
¿No era que no iba a estar ni de portero en ninguna institución del Estado, como dijo Castillo? ¿Cómo es que Cerrón, quien está condenado por corrupción y para quien una fiscal acaba de pedir que vaya a la cárcel, hoy dicta los lineamientos que debe seguir el jefe de Estado? Y tiene el cuajo de hacerlo de manera tan abierta.
Si Pedro Castillo no comulga con la ideología trasnochada de Vladimir Cerrón, entonces debería alejarlo de inmediato y no permitir que le dicte los pasos que debe seguir. Además, tendría que hacer varios cambios en su fallido gabinete antes de solicitar la confianza en el Congreso. Apago el televisor.
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