Este Búho abre sus ojos y observa con indignación y mucha impotencia todo lo que está pasando en el Perú, especialmente por el avance imparable de la ola delincuencial que todos los días asesina a humildes peruanos. Somos un país secuestrado por los extorsionadores. Solo en Lima y Callao el ochenta por ciento de empresas formales del transporte urbano paga cupos, según la Cámara Internacional de la Industria de Transporte.
Es decir, de 445 empresas, 340 están afectadas por esta pesadilla. Pero son muchísimas más, pues los informales también son extorsionados, además de mototaxistas. También están los bodegueros, peluqueros y cualquiera que tenga un negocio, por más humilde que sea. Hasta los ambulantes son víctimas.
Y para poder cumplir con esas exigencias de los hampones, suben los precios de sus servicios y productos que todos debemos pagar. El sangriento flagelo de las extorsiones es multimillonario y se da a nivel nacional. Estamos financiando a cientos de sanguinarias mafias que se multiplican y se hacen más fuertes.
Mientras tanto, tenemos policías delincuentes que ‘siembran’ drogas para sacarle dinero a familias trabajadoras a las que les arruinan la vida. Encima, los altos mandos policiales tienen el cuajo de gastar millones de soles en comprarse carros de lujo, mientras los agentes que sí combaten a los criminales deben adquirir ellos mismos sus chalecos antibalas con su dinero.
Ningún país puede avanzar con tanta violencia, pero Dina Boluarte se va a Japón señalando que lo hace en busca de inversiones. La mejor forma de atraer dinero sería enfrentando y venciendo a las organizaciones criminales, para darle tranquilidad a todos, pero este es un gobierno incapaz, continuación del golpista Pedro Castillo.
Cuando el chotano estuvo en Palacio ni siquiera pudo comprar urea para los cultivos de papa, limones y otros productos cuyos precios se dispararon por esta causa; pero sí paralizó bien rápido la erradicación forzosa de los cultivos de la hoja de coca, donde la gran mayoría de la producción es destinada a elaborar cocaína.
Pero si el actual gobierno es inepto, el Congreso hace estupideces como premiar a Dayanita, en lugar de dar leyes contra la delincuencia. Es más, se dedican a legislar favoreciendo a sus líderes que tienen procesos judiciales por graves delitos o están prófugos de la justicia. Aprueban leyes infames para blindarlos y proteger sus millones de soles robados al Estado.
Si con esas mismas leyes también benefician a asesinos, asaltantes, mineros ilegales, extorsionadores, secuestradores, violadores y otras lacras, es algo que no les importa. A toda esta gente sinvergüenza, ratera, corrupta e incapaz que nos está gobernando no le importa en absoluto el sufrimiento de la gente. Solo buscan succionar todo lo que puedan al Estado. Con estos personajes no vamos a salir adelante.
El Perú es hoy un país fallido. Necesitamos refundarlo con alguien que ponga mano dura y respeto a la democracia. Esa persona no está en el fujimorismo, que se aconchaba con radicales y da leyes vergonzosas. Tampoco en el acuñismo, que da a gente sin experiencia cientos de millones de soles en contratos con el Estado para obras públicas en La Libertad.
A duras penas estamos resistiendo el desastre causado por la izquierda más ignorante y bruta desde la llegada de Castillo a la presidencia, y lo peor que podría ocurrirle al país es que elijamos a un radical que termine de destruirlo todo, de arruinarnos como Cuba o Venezuela. Y que esta vez sí logre su objetivo de quedarse en el poder. Apago el televisor.
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