Este Búho se conmueve con la foto del niño liberteño que se arrodilla en medio de la calle y reza para que termine la pandemia. Es una imagen poderosa que representa la angustia de la gran mayoría golpeada por el coronavirus y también por la pobreza. A 67 días de la cuarentena, cabe preguntarse si las medidas adoptadas por el Gobierno realmente han funcionado o vienen funcionando. O si han fracasado de forma estrepitosa al pasar la cifra de los 100 mil contagiados.

Según un estudio realizado por la prestigiosa Universidad de Columbia, Perú es el país que más gastó para enfrentar a la pandemia en la región. “El país que lidera la lista regional de mayor gasto fiscal frente a la pandemia es Perú (9% del PBI)”, dice el artículo. Pese a ello, el especialista consultado para dicha nota, Ceyhun Elgin, director del Programa de Master en Economía de la Universidad de Columbia, aclaró: “Más grande no es mejor. No hay que confundir el tamaño del paquete con la efectividad. Lo más importante es cómo se gasta el dinero, el contenido del paquete, no solo la cantidad del paquete. ¿En qué estás gastando el dinero?, ¿en darle crédito a las empresas pequeñas?, ¿en rescatar a empresas grandes?, ¿en los desempleos?, ¿en los informales?, ¿en los bancos?”.

Tomando en cuenta esto, vale preguntarse: Si somos el país que más desembolsa para frenar en esta pandemia en la región, por qué nuestros hospitales han colapsado y por qué regiones enteras han caído por falta de medicamentos, camas UCI, personal médico e incluso balones de oxígeno. Nuestros policías padecen para recibir atención médica.

Será tarea de los especialistas responder en qué falló o acertó el Estado al administrar los recursos. Lo que me consta como periodista es lo que veo en los noticieros o en las propias calles: familias desesperadas porque no les llegó ningún bono o porque no accedieron a las canastas de productos básicos que donó el Gobierno a través de las municipalidades.

Personas angustiadas que reclaman, en los medios de comunicación, la falta de camas en los hospitales. Denuncias indignantes sobre funcionarios públicos que aprovechan la desgracia para su beneficio o sobre robos de productos de protección básica para doctores y enfermeros. Gastos inútiles en contrataciones de personajes de Chollywood, como el tal Richard Swing, para ‘motivar’ al personal del Ministerio de Cultura.

Continúe o no la cuarentena, el régimen de Martín Vizcarra deberá reforzar, optimizar o reestructurar los organismos encargados de asistir a quienes más lo necesitan, pues son ellos –como aquel niño de la foto– que aferrados únicamente a su fe, sin siquiera contar con servicios básicos ni certeza de qué comerán al día siguiente, rezan para que el virus no toque su puerta un día de estos. Apago el televisor.

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