
Este Búho todas las mañanas revisa las noticias nacionales e internacionales. Es una rutina que hago con mi café cargado y mi pan con lomito al jugo. Estaba en esas cuando me topé con una nota desde Estados Unidos: ‘Niegan la libertad condicional a Lyle y Erick Menéndez’. La información ocupaba los encabezados de los portales más importantes del mundo.
A algunos les puede ser ajenos estos nombres, pero al filo de los 90 protagonizaron un sanguinario suceso que a los periodistas nos tocó seguir minuto a minuto: Ambos hermanos asesinaron de la forma más cruel a sus padres.
¿Por qué lo hicieron? Un documental en Netflix lo cuenta de manera fenomenal: ‘Monstruos: La historia de Lyle y Erick Menéndez’. Este drama se basó en el crimen que conmocionó a la crema y nata de la industria de entretenimiento estadounidense en 1989.
La producción gringa relata al detalle lo que fue el crimen que perpetraron Lyle y Erick, quienes a sangre fría asesinaron sus padres, el empresario José Menéndez y su esposa Kitty. El estatus al que pertenecía esta familia hizo que el parricidio se convierta en noticia mundial.
Incluso, el juicio fue transmitido en directo por varias cadenas de televisión. Fue una noche de 1989 cuando los hermanos acribillaron a sus padres, mientras reposaban en su casa del exclusivo barrio de Beverly Hills, en California.
Este crimen destapó una verdadera olla de grillos, pues durante el juicio público, los hermanos revelaron que cometieron aquel delito empujados por los constantes abusos sexuales a los que eran sometidos por su padre, un cubano migrante, empresario de la industria del entretenimiento que, para dar algunas luces, lanzó a la fama al grupo puertorriqueño Menudo. Creo un imperio con el que se hizo millonario y logró un reconocimiento importante en el show business gringo.
Pero detrás de ese éxito, en la intimidad de su hogar, el patriarca de la familia era un monstruo que empezó a abusar de sus hijos desde que estos eran niños, durante décadas. A pesar de que Kitty, su esposa, sabía de estas aberraciones, lo permitía y justificaba.
José, además, era agresivo con sus hijos, los ‘corregía’ a golpes, los humillaba en público, no aceptaba otro resultado que no sea el triunfo a cualquier costo. En ese hogar, que más bien era una cárcel, crecieron Lyle y Erick.
Cansados de estos atropellos, en 1989 los hermanos Menéndez decidieron acabar con su martirio. Compraron escopetas con identificaciones falsas. Se dirigieron hasta su exclusiva mansión en Beverlly Hills y dispararon contra sus padres. Tantas veces como las veces que fueron abusados.
Por el nivel de salvajismo, ni las mismas autoridades sospecharon de Lyle y Erick, sino de la mafia. Creían que esos niños bien eran incapaces de esos actos. Es por lo que durante algún tiempo estuvieron libres de cualquier sospecha. Las manifestaciones de Lyle y Erick durante el juicio conmovieron a la opinión pública y de pronto se convirtieron en estrellas mediáticas.
Tanto fue el impacto de estas revelaciones que el jurado no se puso de acuerdo y cuando todos creían que serían sentenciados a pena de muerte, se decidió un segundo juicio. En el segundo juicio fueron sentenciados a cadena perpetua, desde entonces llevan más de 30 años presos.
Luego del estreno de la serie, el tribunal de Los Ángeles que lleva el caso decidió analizar nuevas pruebas que presentaron los hermanos, como una vieja carta que enviaron a su primo en donde detallan los abusos que sufrían.
También tomaron en cuenta la confesión de un exintegrante de Menudo, Roy Roselló, otra víctima de violación de Menéndez. Sin embargo, estos días, una junta de jueces negó su solicitud de libertad condicional y continuarán cumpliendo su condena. En esta serie, el español Javier Bardem interpreta a José Menéndez, el padre.
Una actuación impecable, en la que retrata magistralmente el perfil enfermizo del patriarca autoritario, abusivo y sádico que fue el empresario musical. La dirección estuvo a cargo del reconocido Ryan Murphy, creador de la serie del asesino en serie y caníbal Jefrey Dahmer, ‘American Horror Story’, entre otros éxitos. Sin duda, ‘Monstruos: La historia de Lyle y Erick Menéndez’ es una serie que estremece, indigna y nos hace entender que el enemigo muchas veces duerme bajo nuestro mismo techo. Apago el televisor.
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