Este Búho está convencido de que el país está de cabeza y no tenemos futuro con la terrible criminalidad que nos amenaza y mata cada día. Todas las noticias son asesinatos, secuestros y extorsiones. Lo peor es que tenemos un gobierno incompetente que no sabe resolver los problemas que padecen los millones de peruanos. La delincuencia ya no cree en nadie ni respeta nada.
El batallador Grupo Terna no se da abasto para enfrentar a la terrible ola delincuencial existente. Me pongo en los zapatos de la población, que todos los días hace malabares para subsistir en medio de la crisis económica y encima es víctima de lacras que la asesinan si no paga un maldito cupo.
No hay país que pueda crecer con esta ola delictiva que nos agobia. Hay que imitar cómo se aniquiló a las mafias en otros lugares. Pero la pésima gestión de Dina Boluarte es incapaz de tomar decisiones radicales para proteger a la población. Sus esfuerzos están concentrados en cuidar al prófugo ¡Vladimir Cerrón! Peor aún, tenemos un Congreso impresentable que dicta leyes que ¡favorecen a los delincuentes! , pues para realizar los allanamientos tienen que estar los abogados de los ‘angelitos’.
Por eso la población está rabiosa, harta de estos políticos. Ahora que los miserables delincuentes disparan contra buses llenos de pasajeros, se debería capturarlos y juzgarlos como terroristas. ¿Por qué no lo hacen? El fujimorismo y el partido de César Acuña son la comparsa de este Gobierno. ¿Qué están haciendo para proteger a la población?
Hay lacras dentro de organizaciones criminales que son irrecuperables para la sociedad. Psicópatas que no tienen cura. Por este tipo de crimen tan salvaje, en algunos lugares de los Estados Unidos serían condenados a la pena de muerte. No puede ser posible que a sicarios que cometen un asesinato múltiple, con niños como víctimas, se les encarcele en Lurigancho o Sarita, donde con dinero se consigue drogas, mujeres, celulares, Internet, y pueden reducir su pena ‘siete por uno’ por ‘trabajo’ o ‘estudios’.
‘Universidades del delito’
Lurigancho y otros penales en el país son las ‘universidades del delito’. Para estos extorsionadores, sicarios y los que atacan a la gente que viaja en buses no hay readaptación posible. Son asesinos por naturaleza y no deberían estar con presos comunes y purgar cadena perpetua. Es imperativo enviarlos a un penal de máxima seguridad, como Challapalca, para que se mueran de frío y tengan una visita al mes y solo media hora de patio, y las demás horas estar encerrados en su celda unipersonal con solo un colchón de cemento y un bañito.
En Norteamérica, a los enemigos de la sociedad, a los condenados a cadena perpetua por asesinatos alevosos, terroristas o narcotráfico con muerte, los sepultan en prisiones de máxima seguridad, como al mafioso ‘capo de capos’, John Gotti, sentenciado de por vida, quien murió en la cárcel federal de Chicago; el ‘Chapo’ Joaquín Guzmán, sepultado en la prisión de Florence, Colorado, conocida como el ‘Alcatraz de las Montañas Rocosas’ o ‘Supermax’ (por ser la prisión de máxima seguridad más draconiana). Está construida para lo peor de lo peor en el sistema penitenciario, incluidos los reclusos más violentos, terroristas y narcos convictos.
Muchos de los más de 400 reclusos pasan hasta 23 horas al día solos en celdas de concreto insonorizadas, sin ver la luz natural en celdas que miden 2 x 3 metros. No puede ser posible que en el Perú los violadores, asesinos de niños, matapolicías, homicidas y secuestradores sean mantenidos en las cárceles por el Estado con plata de los impuestos de todos los peruanos. La delincuencia, el sicariato, los secuestros y la extorsión se han desbordado. Apago el televisor.
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