Este Búho reconoce que la inseguridad ciudadana y la criminalidad no aparecieron en el país con la explosiva llegada de una migración de un millón y medio de venezolanos alentada por una desquiciada decisión de PPK. Ya acá reinaban en el bajo mundo lacras que manejaban el sicariato, como ‘Caracol’, ‘Los Malditos de Atahualpa’, ‘Castilla’, ‘marcas’, ‘raqueteros’ y mafias de extorsionadores en construcción civil. Pero ninguna de las bandas criminales peruanas se compara en perversidad, salvajismo y sadismo mostrados por las organizaciones criminales venezolanas, como ‘El Tren de Aragua’, ‘PHS (Puros Hermanos Sicarios)’ o ‘Los Gallegos del Tren de Aragua’.
Fueron ellos los que iniciaron las orgías de sangre con el descuartizamiento en un hostal de Fiori de un peruano y un venezolano, filmado y subido a las redes ‘como escarmiento’. Así anunciaron su presencia los hampones que nos envió Nicolás Maduro. Porque aseguran que el dictador abrió las cárceles para que el detritus de la descompuesta sociedad llanera llegara a arrasar a punta de sangre y balas nuestro golpeado país.
‘Los Malditos del Rolex’ baleaban en pleno San Isidro a infortunados empresarios. Asesinaban policías y serenos a plena luz del día. Tanto se han apoderado estas bandas del ‘Google map’ del crimen, que han desatado una ‘guerra’ entre ellos por el ‘mercado’ de la prostitución. ‘Los Gallegos del Tren de Aragua’ asesinaron a meretrices y trans que se negaban a pagar los ‘cupos’ en esta ‘nueva línea’ de sucio y vil negocio que no existía antes de la llegada de estos indeseables. Una de las víctimas fue ‘Rubí’, su crimen fue escalofriantemente filmado desde el arma que le disparó. El video fue subido a las redes. Ahora libran una sangrienta guerra por el control del ‘botín’ más jugoso: el mercado de la prostitución callejera en Risso.
Ya se han producido enfrentamientos a balazos en plena zona comercial. El cabecilla de una de las facciones, Héctor Petro Materano, ‘Mamut’, amenazó desde el penal ‘de máxima seguridad’ de Piedras Gordas al líder de los ‘Puros Hermanos Sicarios’: ‘Cuando te ubique y te agarre, no quiero lloradera, no quiero chiste, te voy a picar el pedacitico (...) estoy preso y estoy pagando para irme esta misma semana a la calle para que veas quién soy yo’.
¿Cómo pudo llamar estando en un penal de extremas medidas carcelarias? Estas bravuconadas del líder de la banda que controla sangrientamente la prostitución callejera en todo el cono norte tuvieron una reacción del INPE. En un operativo secreto, ‘Mamut’ y Armando Ortega Padrón, ‘Aramando’, líder de los sanguinarios ‘Los Gallegos del Tren de Aragua’, fueron trasladados al penal de Challapalca, en las alturas de Tacna y con una temperatura de catorce grados bajo cero en las noches.
Así se debe tratar a esos miserables que llegan al país a matar peruanos y peruanas. Por fin el premier Alberto Otárola parece que va a tomar el toro por las astas y ha reconocido que el problema de criminalidad generado por las bandas norteñas está ligado a la situación migratoria ilegal de miles de llaneros.
‘Por diez soles te matan y te queman’, ha sostenido. En Chile, por matar a un carabinero, el gobierno izquierdista de Boric ha dictado una ley draconiana. Los carabineros hacen ‘batidas’ en las fábricas, restaurantes y comercios: venezolano que no tiene documentos en regla lo detienen y lo expulsan del país junto a su familia.
Ojo, Chile es miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El anuncio de Otárola es un inicio. La gran mayoría de los migrantes son gente que llegó a trabajar, pero no se puede cerrar los ojos que en ese millón y medio de migrantes se infiltraron feroces y sádicos asesinos, los que están desangrando al país con sus secuestros y crímenes como el del odontólogo y extorsiones como las que actualmente es sometido el conocido doctor César Olaya.
El problema no es solo administrativo, pero está muy bien que se expulse a quien se resiste a regularizar su situación —ventaja que no otorga Chile—, pero lo que tiene que reorganizarse es la labor policial y debe conformarse un comando especial para combatir la criminalidad extranjera. A todos esos malditos hampones deben calificarlos a penales de máxima seguridad como Challapalca. Se impone la mano dura. Apago el televisor.
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