Este Búho hizo una maratón de Netflix sobre un nuevo y revelador documental: ‘El misterio de Marilyn Monroe: Las cintas inéditas’, dirigido por Emma Cooper, la misma del exitoso documental ‘La desaparición de Madeleine McCann’. Ella sigue la increíble y apasionante historia de cómo el escritor y periodista Anthony Summers realizó su investigación sobre la vida de la diva, fallecida por aparente suicidio en 1962.
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Para esa investigación que dio vida a su libro ‘Goddess’ (Diosa), Summer confiesa que realizó mil entrevistas, grabó 650 cintas con quienes conocieron o trabajaron con Marilyn, incluidos algunos directores de películas que consolidaron su fama de actriz, como Billy Wilder, quien la dirigió en ‘La comezón del séptimo año’.
El inicio del documental es impactante, porque escuchamos la voz en off de la propia actriz que hablaba de cosas premonitorias: ¿Cómo escribes una historia de vida? Las verdades rara vez circulan. Las mentiras suelen hacerlo.
Su muerte ‘oficial’ se debió a una sobredosis de barbitúricos (pastillas para dormir) al ser hallada en su casa de Brentwood, el 4 de agosto de 1962. Sesenta años después, la interrogante continúa. El documental confirma que Marilyn tenía una relación secreta con el expresidente de los Estados Unidos John F. Kennedy y a dos bandas con su hermano Robert ‘Bobby’ Kennedy.
Estas relaciones, según el documental, se dieron mucho antes de que Kennedy fuera ungido mandatario. Las cintas nos muestran testimonios valiosísimos de la esposa y la hija de quien fuera el siquiatra de cabecera de Monroe, el doctor Ralph Greeson, y de Jack Clemmos, jefe de la policía.
Ellos dos denunciaron en su momento que había varias incongruencias entre los testimonios de dos médicos y el ama de llaves, los primeros en descubrir el cuerpo de Marilyn. La escena fue alterada, como también se modificaron los reportes de la cantidad y la dosis que ingirió y el reporte toxicológico.
¿Qué se pretendía ocultar? Por eso nunca cuajó la hipótesis del suicidio. Más bien salieron a la luz hipótesis conspirativas que no solo involucraban a las altas esferas del poder del gobierno estadounidense de los Kennedy, a la mafia y hasta la Revolución cubana.
El documental desborda nostalgia. El Hollywood dorado de los cincuenta, las estrellas del celuloide compañeros de la actriz, directores y sobre todo ella, siempre sensual, entre inocente y atrevida.
Marilyn vivió momentos alucinantes en su vida. Como el encuentro en 1949 entre ella y el científico Albert Einstein y ella le pregunta: “¿Se imagina concebir un bebé con mi belleza y con su inteligencia?”. A lo que el autor de la Teoría de la Relatividad respondió serio: “Desafortunadamente ese hijo saldría con mi belleza y con su inteligencia”.
O el momento cumbre cuando le canta el ‘Happy Birthday’ al presidente Kennedy con un vestido tan pero tan apretado que tuvieron que coserlo una vez que se lo puso y quedó tan pegado como un guante de nailon.
BOMBA SEXI Y OBJETO DE CULTO
Como no podía ser de otra manera, la bomba sexi fue objeto de culto por muchos, como el magnate de Playboy, Hugh Hefner, fallecido en septiembre de 2017, quien compró su nicho al lado del de ella en el cementerio Westwood Village Memorial Park.
Otro dato que alimentan las teorías conspirativas sobre su deceso es que, diez años después de fallecer, la actriz Verónica Hamel adquirió su casa. Cuando comenzó a hacer reparaciones, descubrió una complicada red de cables de espionaje de uso exclusivo del FBI y la CIA.
Ese descubrimiento volvió a abrir el debate sobre si su muerte fue inducida por alguien cercano al clan Kennedy, porque los amenazaba con hacer ‘revelaciones’. Vemos fotos exclusivas de la infancia de aquella niña nacida en un hogar con una madre desquiciada, cuyo verdadero nombre era Norma Jean Mortenson, el apellido de su padrastro, aunque también se le conoce como Norma Jean Baker, nacida el 1 de junio de 1926, en Los Ángeles.
Marilyn vuelve a nacer gracias a este documental. Solo falta la voz en off del gran Truman Capote cuando frente al mar, con el ruido de las olas, le decía al oído: “Tú eres una hermosa, una hermosa niña’. Apago el televisor.
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