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Este Búho se sorprendió cuando Dina Páucar, la ‘Diosa hermosa del amor’, anunció en abril que se retiraba de los escenarios por pedido de sus hijos para dedicarse a otros emprendimientos. Pero felizmente aclaró que su retiro todavía no se iba a producir porque tiene compromisos pactados. Después de su apoteósico concierto en el Gran Teatro Nacional el 12 de mayo, la cantante hizo maletas y llegó a Estados Unidos, donde iniciará una gran gira por distintos estados, comenzando por Virginia.
Este columnista se encontró con su amigo Teo Pariasca, el huaralino que conoció a Dina cuando recién se iniciaba en su carrera musical e ingresamos al ‘túnel del tiempo’ para recordar los inicios poco conocidos de la cantante. La intérprete nace en el caserío serrano de Irma Chico, distrito de Pachas, en la provincia huanuqueña de La Unión.
‘Siempre me he sentido orgullosa de ser serrana’, ha sostenido en entrevistas. A los 4 años enfermó al caer de cabeza en su chacra. ‘Estuve en coma tres meses. El doctor ya me había desahuciado. Le dijo a mi padre que junte plata para mi entierro. Mi papá lloraba en la orilla del río pidiéndole que no le quite a su hija. Un día que el médico regresó le dijo que había balbuceado y vuelto a la vida’.
LOS INICIOS DE DINA PÁUCAR
A los 10 años viaja a Lima a vivir en la casa de su hermana en Nueva Esperanza, Villa María del Triunfo, camino a Atocongo. Estudiaba y trabajaba como vendedora ambulante y un poco mayorcita de empleada del hogar, pero mataba sus ratos cantando huaynitos de su tierra.
A los dieciocho años, cuando ya empezaba a cantar en polladas y algunos eventos en su barrio, salió embarazada. Regresa a la sierra y pone una tiendita de abarrotes y con su hijo a la espalda salía a pastar sus ovejas. Pero después de ocho meses les comunica a sus padres que regresa a Lima a cumplir su sueño de ser cantante. Otra vez la recibe su hermana que la apoya con el cuidado de su bebito cuando ella salía a cantar. Comenzó en la peña ‘El Nuevecito’ frente a la Municipalidad de San Martín de Porres y la peña ‘El Famoso’, al costado del Parque Universitario.
De allí dio el salto a la Peña ‘Los Andes’ en Los Olivos, de la madrina de los folclóricos, doña Regina Uchupoma. En ese tiempo su nombre artístico era Dina Páucar, ‘La voz del amor’. Ella saca su primera producción de su propio peculio, ‘Producciones Dina’, donde sobresalieron dos temas clásicos de su repertorio: ‘Tonto’ y ‘Eres’. Desde esos años la acompañaba el recordado arpista Elmer Jesús, quien seguirá con ella hasta la grabación de su éxito más sonado: ‘Qué lindos son tus ojos’, para la disquera Prodisar.
Mi amigo Teo, nacido en Ihuari, en las alturas de Huaral, le propuso a Dina, a la que ya el dúo de animadores radiales ‘Bachi’ Gamarra y Juan ‘Gatito’ Montalvo la había rebautizado como la ‘Diosa hermosa del amor’, que viajara a su pueblo para realizar una presentación para una obra social.
“No puedo dejar de recordar -reflexiona Teo- aquella vez que una jovencita Dina llegó a nuestro pueblito para dar un concierto a beneficio de mi emblemático Colegio Nacional Enma Mena Melchor, que en ese momento estaba en ruinas y necesitaba urgentemente cemento y ladrillos. Nuestras autoridades ediles no nos daban respuesta positiva y junto con mi hermano Tomás y el animador Montalvo llevamos en una combi en caravana, a mediados de los años noventa, a la ahora megaestrella de la música folclórica nacional.
Allí está la fotito que tomé y creo que es histórica y refleja que lo que te cuento es verdad. Allí se ve a una joven y hermosa Dina que no se imaginaba que se iba a convertir en una embajadora de nuestra música y pasearía su arte por Europa y Estados Unidos. Lo demás ya es historia conocida. La miniserie sobre su vida, ‘Dina Páucar: La lucha por un sueño’, por la televisión, solo mostró la hermosa alma de la artista que yo conocía de muchos años”.
Qué buena anécdota de mi chochera Teo con la gran artista. Un ejemplo de mujer luchadora que logró hacer realidad sus grandes sueños y ahora cautiva a peruanos y gringos en Estados Unidos. Apago el televisor.
