Este Búho cree que la justicia tarda pero llega. El siniestro narcotraficante mexicano ‘El Mayo’ Zambada acaba de comparecer ante un tribunal de Estados Unidos. Para la agencia antidrogas DEA, después de la extradición del ‘Chapo’ Guzmán, su hijo ‘El Ratón’ dividió al Cártel de Sinaloa en dos facciones: los ‘Chapitos’, que encabezaba junto a sus hermanos Jesús Alfredo, Iván Archibaldo y Joaquín, y otra liderada por el compadre y viejo socio de su progenitor, el siniestro Ismael ‘El Mayo’ Zambada.
Hasta hace poco ambas empresas criminales estaban enfrascadas en una sangrienta guerra por el control de territorios. Según expertos, mientras el ‘Chapo’ ingresaba y fugaba de los penales mexicanos de ‘máxima seguridad’ entre 2014 y 2016, los ‘Chapitos’ comenzaron a producir fentanilo en un laboratorio improvisado en una finca en las afueras de Culiacán.
Gracias a insumos químicos que llegaban de China elaboraban en cantidades industriales esta droga que luego ingresaba a Estados Unidos por la frontera de California. Y de allí se distribuía a sus más grandes mercados: Chicago y Nueva York. El fentanilo es una sustancia sintética altamente adictiva, es cincuenta veces más potente que la heroína y cien veces más fuerte que la morfina. Los ‘yonquis’ (drogadictos) afroamericanos, hispanos y blancos se ‘pegaron’ a la nueva droga.
Para la DEA, al ser mucho menos costosa que producir heroína, al principio la elaboraban pura. Así llegó al mercado norteamericano, donde los heroinómanos empezaron a consumirla por ser más económica y más potente, pero comenzaron a morir como moscas. Los ‘Chapitos’ fueron los auténticos responsables de la actual epidemia de sobredosis de fentanilo que azota a Estados Unidos y que arrojó más de 110 mil muertos por año.
Los malditos narcotraficantes no retiraron la droga que mataba a sus clientes, sino que ahora la ‘bajan’ mezclándola con crystal, heroína o cocaína para prolongar un poco más la vida de los guiñapos humanos consumidores de esta droga demoníaca que los liquida a los minutos de haberse inyectado ese veneno en las venas.
Luego de su captura, ‘El Ratón’ fue extraditado a Estados Unidos entre impresionantes medidas de seguridad, en previsión de una reacción ultraviolenta de su banda que pudiera frustrar el traslado. Al presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien acusaron de tener algún vínculo con el cártel, no le quedó otra que extraditarlo. Todos recuerdan el desastroso operativo del 17 de octubre de 2019, cuando una sangrienta resistencia de miembros de los ‘Chapitos’ evitó que se lo llevaran detenido. Ese día de la vergüenza para la justicia, luego de ser capturado por las fuerzas de élite, sicarios armados al servicio de su banda organizaron turbas para generar caos, hicieron tiroteos, incendiaron autos, colocaron barricadas y atacaron negocios con el fin de sembrar el pánico entre los habitantes de Culiacán, con el saldo de ocho muertos y 16 heridos.
Los narcos, como dueños y señores de la ciudad, secuestraron un camión cisterna de gas y amenazaron con hacerlo explotar, por lo que horas después, en una actitud cobarde, López Obrador, el ‘padrino’ de Pedro Castillo, cedió a los chantajes y ordenó la liberación de Ovidio Guzmán, desatando duras críticas de la oposición. Ahora ‘El Mayo’, quien se hizo pasar por muchos años como un humilde granjero, será recluido en una cárcel de máxima seguridad gringa. Allí terminará su vida. Apago el televisor.
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