Este Búho leyó por primera vez a uno de los legendarios maestros del llamado ‘Nuevo periodismo’, Gay Talese (Ocean City, Nueva Jersey, 1932), de casualidad. El diario El Comercio había sacado una colección semanal de CD del inmenso Frank Sinatra. Como buen melómano, todas las madrugadas los escuchaba en mi dormitorio. Pero la colección también contenía textos sobre la vida del célebre interprete de ‘New York, New York’. Uno de esos textos se titulaba: ‘Frank Sinatra está resfriado’.
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Este columnista no sabía que estaba leyendo una crónica considerada como uno de los más perfectos retratos sobre una celebridad como Sinatra. Una pieza de colección del llamado ‘Nuevo periodismo’ del cual Talese es uno de los grandes pilares, junto a Tom Wolf, Norman Mailer y Truman Capote, los tres ya fallecidos. Talese los enterró a los tres.
El maestro acaba de cumplir 90 años de vida y no puedo dejar de recordar el día en que lo conocí, en la soledad del dormitorio, en la azotea de mi casa en Miraflores, respirando la fría brisa marina, calentándome con alguna bebida y escuchando de madrugada una y otra vez ‘I’ve got you under my skin’, de Sinatra. El célebre retrato del sobre ‘La voz’, que se publicara en la revista ‘Esquire’ y la manera cómo lo concibió el periodista, resultó otra alucinante historia ¡porque la redactó sin poder acercarse a Sinatra a menos de veinte metros! En esa época el periodista había renunciado a su trabajo en el diario The New York Times porque se sentía encorsetado, a pesar de que había escrito crónicas fabulosas sobre la vida cotidiana del ciudadano común con un estilo imnovador e inigualable.
El Búho: Gay Talese nunca habló con Frank Sinatra
Pero la revista del momento, ‘Esquire’, de carácter literario, le propuso hacer un reportaje a Frank Sinatra aquel año de 1965. Frank estaba en la pomada. ‘La voz’ salía con la juvenil actriz del momento, Mia Farrow (‘El bebé de Rosemary’), y estaba harto de los periodistas y sobre todo de Talese, y se negó a concederle el reportaje. La revista le dio tres meses de plazo y una bolsa de 5 mil dólares de la época para que consiguiera el objetivo. Talese lo persiguió por todo el país e hizo el mejor perfil de Sinatra en ese colosal artículo que muchos consideran fue el mejor en la historia de la revista.
El periodista nunca habló con el divo, pero estuvo muy cerca de él en varios ambientes, justo una vez donde vio cómo estaba acatarrado y malhumorado; de ahí el título de la crónica. Gay Talese se metió en el cerebro de 75 personas del entorno del intérprete: un doble, el hombre que le salvó de ahogarse en el mar, amigos de infancia, ‘las noviecitas’ que paraban con él, la que le guardaba el ‘bisoñé’. Y extraordinarios testimonios de sus hijos, madre, esposas, que había escuchado de terceros.
Pero Talese nunca olvidó su primer artículo largo para la revista dominical del New York Times: ‘Tenía 25 años -rememoró en una semblanza suya-, perseguía gatos callejeros por todo Manhattan. Les seguía el rastro mientras rebuscaban la comida en los vertederos de basura de la ciudad, en las pollerías, por los mercados de pescado y en los muelles infestados de ratas a la orilla del Hudson; y recuerdo haber celebrado mi cumpleaños número veinticinco en un túnel oscuro debajo de la terminal Grand Central, observando la batalla de decenas de gatos sibilantes que se peleaban las sobras comestibles que habían arrojado de sus fiambres los trabajadores de las vías del subterráneo.
Era el año de 1957. Corrían malos tiempos para los 400 mil gatos callejeros de Nueva York. Eran víctimas de su propia sobrepoblación y la escasez de cubos de basura en los nuevos edificios de apartamentos de la ciudad; y yo hacía la investigación para mi primer artículo extenso en la revista dominical del New York Times sobre la lucha de los gatos por la supervivencia en toda la ciudad’.
Talese es, ante todo, un maestro y siempre se da tiempo para darle consejos a los jóvenes que se adentran en la profesión: “¿Un consejo para los jovenes escritores? La única cualidad indispensable es la curiosidad, creo yo y el ánimo para salir y aprender acerca del mundo y de las gentes que llevan vidas singulares, las que habitan en lugares ocultos. Posteriormente extendí este modo de pensar a escrituras de libros sobre prominentes mafiosos, como la familia Bonanno (‘Honraras a tu padre’ libro que inspiró a la serie ‘Los Soprano’, nota de redacción), abogados del amor (‘La mujer de tu prójimo’), sastres inmigrantes (‘A los hijos’), los obreros del acero que trabajan en las alturas construyendo puentes gigantescos (‘El puente’).
En todas partes hay historias a la vista, al alcance; y otro consejo que me quedaría por ofrecer (repitiendo el que me dio mi propio padre) sería: ‘Nunca escribas por dinero’. Será tal vez un extraño consejo para esta época de justificaciones contables, codicia y glotonería, pero es un consejo que me ha guiado en todas estas décadas desde que allá por 1957 (en compañía de unos gatos) cumplí los veinticinco”. Gay Talese, toda una sabiduría viviente. Apago el televisor.