Susy Diaz fue elegida congresista en el período 1995-2000.
Susy Diaz fue elegida congresista en el período 1995-2000.

Este Búho lee que la gran Susy Díaz lanzó un comunicado para rechazar la invitación que le hizo Patricia Li, la ‘madre’ del congresista José Jerí, para postular nuevamente al Congreso. A través de un comunicado y con sus clásicos labios rojos, dijo que no podía aceptar por ‘temas personales’. Susy se reinventa y ahora es toda una influencer que factura muy bien en las redes sociales.

Francamente, ella tiene razones para creer que está bendecida por el cariño del público. Tiene un imán demostrado en más de cuarenta años de carrera. Creo que hay más Susies que dedos en la mano. Un personaje creado por ella misma, porque desde el primer día que Polo Campos quiso moldearla lo mandó al diablo.

A cocachones escaló en el mundillo de ‘Chollywood’ para convertirse en un tótem, para bien o para mal. Cuando este columnista era un periodista jovencito, la fui a entrevistar para una revista que ahora yace en el cementerio de papel. En ese tiempo, en los años 80, ella era una real belleza, sin cirugías, y andaba del brazo del inmenso Polo Campos. Había sido elegida ‘Miss Tanga’ y trabajaba como recepcionista de Panamericana, en los mejores tiempos de ‘Papaúpa’ Genaro Delgado Parker.

Todos la enamoraban en el canal. Artistas, periodistas, gerentes, pero el floro de un viejo espadachín en cuestiones del amor como Polo la cautivó. Cuando la entrevisté ya estaba separada del maestro criollo. Era una belleza espectacular y me sorprendió su desenfado cuando me dijo: ‘Te voy a decir con quién perdí la virginidad’. Y me dio el nombre de un conocido locutor radial.

Susy me resultó muy graciosa porque se inventaba una vida de ficción, que había estudiado en un colegio exclusivo de Ica y que soñaba con ser monja. Pensaba que me estaba ‘relojeando’, pero yo me reía por dentro. Sabía muy bien que había sido una palomilla alumna del Colegio Nacional Mercedes Indacochea, en Barranco.

Susy Díaz en su campaña al Congreso
Susy Díaz en su campaña al Congreso

UNA ENTREVISTA INOLVIDABLE

Recuerdo que algunos años después, en 1991 o 92, una actriz cómica más madura me recibió en su departamentito de Miraflores. Estaba dando la hora conduciendo un pionero programa de cumbia en el canal del Estado. Todavía no se había hecho esas extrañas operaciones en la cara. Estaba, creo, en su esplendor. Esa mañana le dijo a mi fotógrafa que primero haga las fotos para conversar tranquilos.

‘Para que el redactor pueda explayarse en la entrevista’. Mi compañera se fue y Susy se quedó con un explosivo baby doll rojo de infarto. No les miento, en las dos horas que pasé en el reducido ‘depa’ miraflorino de Susy, recibió llamadas de la compañía de teléfonos, de seguros, Sedapal, y a todos les decía lo mismo: ‘Amiguito, pasa por mi casa mañana, gracias. No me pongas mora…’.

Recuerdo que fue portada de la revista y el título era ‘Susy... de las mil camas’. Era una estrella del café teatro con obras tan ‘profundas’ como ‘Caperucita Rota’ o ‘Susy y el ángel calibrador’. Todavía no era congresista. Una vez la encontré en ‘La Máquina del Sabor’ de la avenida Venezuela. Me quedé helado, con nada menos que un famoso empresario millonario taurino, congresista y dueño de un camal. Un hombre muy viejo para ella. Pero esa noche la bailarina se emborrachó. De una mesa la estaban fastidiando y ella, que estaba con una minifalda de infarto, les hizo la bronca.

Ivonne Susana Díaz Díaz o Susy Díaz.
Ivonne Susana Díaz Díaz o Susy Díaz.

Una de sus frases preferidas es ‘Vive la vida y no dejes que la vida te viva’. Susy ingresó al Congreso enseñando el ‘totó’ al mismo estilo de la italiana ‘Cicciolina’ que enseñaba los senos. Lamentablemente en el Congreso se hizo tristemente célebre porque en la votación trascendental para impedir la re-reelección de Fujimori, se fue extrañamente a Arica de turismo con pasajes regalados por el ‘Doc’ Vladimiro Montesinos. Por ello la enjuiciaron y condenaron. Por eso pagó 200 mil soles de reparación civil con el dolor de su corazón. Dio el ejemplo a muchos políticos sinvergüenzas, corruptos y millonarios que se niegan a pagar durante años un solo centavo de reparación civil.

Desde entonces ha corrido mucha agua bajo el puente. A sus más de 60 años vive como ‘El señor Barriga’, de sus rentas de alquiler, atenta a los llamados de todos los que quieren que los toque para que les contagie ese apreciado don de ser un personaje querido por el público. Apago el televisor.

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