Este Búho asiste al triste espectáculo de la bronca judicial en la que se encuentran el cumbiambero John Kelvin y la madre de sus hijos, la cubana Dalia Durán. Escándalos, acusaciones, presuntas agresiones de una pareja que ha llevado su relación tóxica a un penoso nivel. Es la ‘comidilla’ de Chollywood.
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Pero en el verdadero Hollywood se dio una millonaria bronca judicial entre dos esposos y rutilantes estrellas de cine. El juicio entre Johnny ‘Jack Sparrow’ Depp y su bella exesposa Amber Heard pareció la copia de una película de culto sobre divorcios: ‘La guerra de los Roses’ (1989), con Kathleen Turner y Michael Douglas, dirigida por Danny DeVito.
En aquel celebre filme, los litigantes cónyuges llegan a odiarse tanto que, al final, no contentos con sacarse los ojos en los tribunales, terminan asesinándose en una gresca por la tenencia de su residencia.
En cambio, lo más alucinante del juicio entre Depp y Heard es que no se querellaban por el divorcio, que ya habían afrontado y por el cual Depp, en el 2017, le tuvo que pagar a Amber ¡7 millones de dólares! Tampoco fue un litigio por maltratos físicos o psicológicos, sino que fue una demanda interpuesta en el 2019 por Depp -’por difamación’- contra su exesposa y cuyo proceso se inició en abril del 2022.
Desde el inicio salpicó ‘barro con ventilador’, sobre todo a la hermosa Amber. Para el famoso actor del ‘Joven manos de tijeras’, la actriz lo difamó en un artículo firmado por ella en el prestigioso diario Washington Post, titulado ‘Me pronuncié contra la violencia sexual y enfrenté la ira de nuestra cultura’.
EL DAÑO A SU CARRERA
Según Depp, en esa nota, sin mencionar su nombre, ella sostuvo que ‘fue abusada sistemáticamente de violencia doméstica durante dos años’. El actor en su demanda afirmó que fue víctima de un engaño elaborado por Amber y le hizo un daño irreparable a su carrera, pues cuatro días después de publicado el artículo la franquicia de Disney rescindió su contrato de una nueva secuela de ‘Piratas del Caribe’, franquicia que le había proporcionado las más grandes ganancias de toda su carrera. La defensa de Johnny sabía muy bien lo que pretendía su patrocinado.
Aparte de los 50 millones de compensación, quería ‘limpiar su imagen’, porque en el juicio de divorcio no se le condenó por violencia doméstica, pero las declaraciones de Amber lo dejaron mal parado ante la opinión publica.
‘De la noche a la mañana me convertí a los cincuentaitantos años, gracias a Amber, en un borracho y coquero que pega a las mujeres. Cargaré con esto para el resto de mi vida’, sostuvo Depp. Sin embargo, la estrella tenía un as bajo la manga: sacó en la corte audios de Amber donde ella reconoce ‘haberle pegado’.
Luego se escucha otra grabación, porque Depp, sabiendo que esa unión ya no daba para más y nadie iba a creerle que era el agredido, decidió grabarla. Ahí los testigos se sorprendieron al escuchar los gritos histéricos de Amber al mismo tiempo que lo llamaba ¡¡cobarde!!, ¡¡pareces un bebe llorón!!, ¡¡gordo!! O cuando vociferaba: ¡¡Te pegué, pero no te di un puñetazo!!
Al preguntarle su abogada qué hacía cuando recibía las agresiones de su esposa, respondió que ‘ponía la mente en blanco, como cuando me agredía mi madre y corría a encerrarme en el baño’. Otro de los testimonios de ‘Sparrow’ que causaron ruidos de sorpresa e indignación en los asistentes a la sala fue cuando detalló la forma cómo, según él, Amber le lanzó una botella de vodka y le amputó el dedo durante una pelea en Australia.
Hasta la sala llegó el médico que le reconstruyó el dedo medio, por lo que su denuncia se vio apoyada por el galeno. Toda esa avalancha de acusaciones dejaron mal parada a la actriz, quien negó las imputaciones. Según el actor ante el estrado, las peleas podían comenzar con una bofetada, el lanzamiento del control remoto del televisor o una copa de vino llena en la cara.
Las cifras que se manejaron en el proceso fueron astronómicas. Depp pidió 50 millones en compensación. El jurado le dio la razón y condenó a Amber a pagarle 15 millones de dólares por difamarlo en el Washington Post y por ‘daños punitivos’. Fue un final con un título de superproducción hollywoodense: ‘La venganza del pirata’. Apago el televisor.
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