Este Búho reitera que es una buena noticia la captura en Paraguay de un asesino tan peligroso y sanguinario como Erick Moreno, ‘Monstruo’, quien aterrorizó a miles de peruanos. Pero esto es solo un paso más en la lucha contra la delincuencia, porque hay muchos otros como él libres en las calles que siguen cobrando cupos y baleando a sus víctimas. La realidad es que la ola delincuencial sigue creciendo.
FUE LA POLICÍA PARAGUAYA. Desde que el ‘Monstruo’ fue atrapado se ha visto a oficiales peruanos de la Policía insistiendo de forma reiterada en que los agentes de nuestro país participaron de manera activa en el operativo. Los efectivos guaraníes, a su vez, han declarado que solo ellos intervinieron y que, incluso, lo hicieron de manera muy reservada para que no se filtre información que ponga sobre aviso al delincuente.
Dos operativos de captura anteriores habían fallado de forma inexplicable porque el secuestrador logró escapar justo a tiempo. Era evidente que alguien le daba el soplo. Nuestra Policía participó en la caza del criminal aportando datos valiosos, coordinando, pero en el momento de su detención solo estuvieron los guaraníes.
LOS CELULARES SON CLAVES. Se ha revelado que la Policía paraguaya no va a entregar a sus pares peruanos los tres celulares incautados. Saben que esos teléfonos tienen abundante información que revelaría quiénes son los que lo sostenían, quiénes le daban información, los que integran su red, sus extorsiones, las triangulaciones de dinero y mucho más.
Por eso, habrían decidido extraer ellos mismos todo el contenido de los aparatos y luego enviar esa información a nuestro país en un documento oficial. El también apodado ‘Chinito de Belaunde’ obtuvo millones de soles manchados de sangre y está claro que con ese dinero compró a autoridades corruptas.
FUERA LAS ‘MANZANAS PODRIDAS’. Si realmente se va a luchar contra los criminales, el Congreso debe dejar de dar leyes a favor de estas lacras y el gobierno no debe avalar a la minería ilegal. Y en la Policía se tiene que hacer una limpieza total. Es innegable que hay agentes que integran bandas de delincuentes que asaltan y extorsionan, como se ha demostrado tras haber sido capturados por sus propios colegas.
También están los que proveen de armas y pasan información sensible a hampones como el ‘Monstruo’. Este indeseable ha afirmado que altos mandos policiales colaboraban con su organización criminal. Es obvio que no se puede dar crédito a las palabras de un hampón, pero debe investigarse y los corruptos que cruzaron la línea ser encerrados en prisión por mucho tiempo.
DEBE SER AISLADO. El ‘Monstruo’ es un psicópata que solo sabe asesinar para obtener dinero y es lo que volverá a hacer a la primera oportunidad que tenga. Es iluso creer que este irrecuperable va a entrar a un penal para aprender carpintería. Por eso, sería una gran noticia que sea encerrado y aislado en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos, que ha pedido su extradición.
Aún no se sabe por qué delitos lo persiguen, pero los gringos no juegan con estos temas, así que debe ser algo muy serio para que lo reclamen. Sin embargo, si vuelve al Perú debería ser internado en la Base Naval del Callao o en una prisión similar, pues hasta en Challapalca se ha descubierto que los presos más ranqueados tienen celulares y hasta antena de internet satelital para seguir operando.
NI DINA NI SANTIVÁÑEZ. La detención del ‘Monstruo’ no debe ser motivo para que la presidenta Boluarte ni Juan Santiváñez se vanaglorien. Que no olviden que desde el gobierno del golpista ignorante Pedro Castillo y de Dina las denuncias por extorsiones en el país crecieron al menos ¡¡600 por ciento!!
Eso es una atrocidad que todos los peruanos estamos pagando con sangre y más pobreza, pues, por ejemplo, miles de bodegas cerraron debido al cobro de cupos. Y no hablemos de otros miles de negocios de rubros distintos que corrieron la misma suerte y de los peruanos que se fueron a otros países huyendo de la violencia. Este gobierno inepto y con denuncias de corrupción de ninguna manera es la solución a la crisis delincuencial. Apago el televisor.
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