Este Búho no puede evitar ingresar al túnel del tiempo, cuando lee la entrevista en el diario El Comercio a Fiorella Cava, hoy una distinguida rockera, que en los convulsionados años ochenta se llamaba Sergio y era el cantante y líder de la recordada banda JAS, cuyos hits ‘Personalidad’ y ‘Ya no quiero más ska’ fueron dos de los temas que más sonaban en las radios del país. También sus videos se veían en todos los programas musicales durante el gobierno de Alan García y cuando la asonada terrorista de Sendero Luminoso estaba más encendida que nunca.
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Sergio Cava, en esa época, era un rockero de más de 1.85 con pinta de galán. En una entrevista declaró que en esos tiempos cuando tocaban ante más de diez mil personas “las chicas me tiraban sostenes y papelitos con teléfonos”, pero ellas no sabían su orientación sexual todavía, aún no revelada. Este Búho vivió esa época de locura que muchos califican de ‘años maravillosos’. ‘La más más’ de Radio Panamericana en el Amauta, los conciertos de Soda Stereo, Los abuelos de la Nada, Miguel Mateos, Los Prisioneros en la Plaza de Acho. Y los nacionales Miki González, JAS, Río y hasta Arena Hash tocando en el auditorio de la Feria del Hogar. El recinto que atraía a miles con su discoteca, sus juegos mecánicos donde el ‘Tagadá’ era el rey, su patio de comidas donde los tallarines en salsa roja rayaban. Los grupos nacionales aprovecharon esa ‘fiebre del rock en español’. Uno de los más vistos era JAS, con temas como ‘Personalidad’, con un alucinante bailecito de Sergio, un movimiento de piernas que causaba hilaridad y sorpresa.
Treintaicuatro años después, Fiorella cuenta lo que nadie sabía: “Movía así mis piernas para parecer un verdadero títere, un muñeco, recuerden que el tema hablaba de un hombre sin personalidad”: ‘Esta es una noche como las demás /andas apurado como los demás /quieres todo lo que quieren los demás /odias todo lo que odian todos los demás’ (Personalidad). Pero el tema que motivó la entrevista es el origen de su canción más emblemática: ‘Ya no quiero más ska’. “Ese tema -rememora Fiorella- no estaba incluido en el disco que íbamos a sacar. Nos vetaron una canción donde hablábamos del toque de queda. Así que un sábado nos pusimos a componer con Joni (Chiappe, el tecladista) y yo, a ritmo de ska. La canción pegó tanto que nos pidieron un video y nos dieron dos mil dólares. Con esa plata hicimos cuatro videoclips y ese nos costó 80. Es que teníamos todos los implementos técnicos para hacerlos. En ‘Ya no quiero más ska’ nos fuimos a filmar a la playa Santa Rosa”. Y las chicas que salen en microscópicas tanguitas ‘eran amigas de los músicos de quince, catorce y doce años’, rememora, haciendo la salvedad que la de doce salía con un bikini formal. Ese tema los volvió internacionales. ‘Sonamos en Venezuela, Ecuador y Colombia’.
LOS OCHENTAS Y EL TERRORISMO
Cuando Fiorella tocó el tema de la censura y el toque de queda, me acordé que mientras los jóvenes gozábamos de esos inolvidables conciertos o la Feria del Hogar, el país vivía una terrible convulsión política y social. El maldito terrorismo de Sendero Luminoso colocaba coches bomba en los lugares menos pensados. Uno podía salir del cine de noche, de un concierto y pasar por una esquina y escuchar una terrible explosión frente a una entidad del Estado. Recuerdo que ese año 1987, con mi enamoradita Anita, nos salvamos de milagro en la esquina de la avenida Wilson con 28 de Julio. Esa noche estábamos en el paradero junto a la Sunat y vimos que se paró un carro sospechoso. No sé por qué, le dije para cruzar para el Paseo Colón. A una esquina, escuchamos una terrible explosión seguida de un apagón. Salimos disparados rumbo a la avenida Arequipa. Al día siguiente, nos enteramos de que un coche bomba explotó en la puerta de la Sunat, con víctimas mortales. Como la canción emblemática ‘Puedes ser tú’, del gran Miki González, en esas épocas, podía ser cualquiera de nosotros una víctima a manos del terrorismo.
Pero también había terrorismo económico por parte del gobierno de un joven presidente Alan García. El aprista no logró su objetivo de estatizar la banca privada, pero se negó a pagar la deuda externa y la banca internacional nos declaró un país ‘inelegible’. Se nos cerraron los créditos. Los dólares MUC se convirtieron en una mafia y el dólar se disparó y con ello la harina importada y el pan. La gran solución fue crear un ‘pan popular’ microscópico, desabrido, marroncito, que salía a las seis de la mañana y se acababa al toque. Recuerdo que a los fumones (‘pasteleros’) les decían ‘pan popular’, porque sale a las seis y a las siete ya está ‘duro’, igual que el pan aprista. Los tarros de leche escaseaban en las tiendas y el gobierno quiso reemplazarlos por unas bolsitas de Leche Enci en polvo. Ese gobierno corrupto y nefasto destruyó la economía y llegó a alcanzar una hiperinflación de más de dos mil por ciento. No sé cómo el Perú pudo sobrevivir a Sendero Luminoso y al primer gobierno de Alan. Creo que la música, como la de los irreverentes JAS, nos ayudaba a ‘soportar la carga’. Pero bueno, y por último, Sergio Cava, vocalista y líder de la banda se cambió de sexo y hoy sigue rockeando como Fiorella Cava. En buena hora. Salud por aquellos memorables tiempos. Apago el televisor.
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