Este Búho vio y escuchó las revelaciones de en los programas dominicales, donde se ratifica en sus denuncias contra el gobierno y asegura que recibe llamadas telefónicas donde le dicen: ‘Los traidores mueren’, por lo que ha pedido garantías para su vida y ha grabado un video ‘como seguro de vida’.

TE VA AINTERESAR: ‘PIRAÑONES’ EN UN PAÍS RICO

Las amenazas provienen, según dijo, del cogollo mismo del presidente, que no le perdonan que se haya acogido a la ‘colaboración eficaz’ con la Fiscalía y prometido revelar las corruptelas e ilícitos ordenados por el mismísimo mandatario, entre los que se contarían las gestiones de pedir asilo político para Bruno Pacheco y los sobrinos de Castillo en las embajadas de Mexico y Venezuela, y la destrucción y desaparición de celulares comprometedores de Palacio de Gobierno.

Camacho se ha convertido en el delator de una mafia. Este columnista no pudo evitar compararlo con el protagonista de la excelente película italiana ‘Il traditore’(El traidor, 2019), dirigida por Marco Bellocchio, que acabo de ver en YouTube. Este filme retrata la vida del mafioso siciliano Tommaso Buscetta, también conocido como ‘Don Massino’, un personaje alucinante que dejó una inolvidable huella en la historia de la lucha contra la mafia, al convertirse en el primer delator de la mafia siciliana.

Nacido en Palermo, Sicilia, en 1921, era el más joven de una familia pobre con 17 hijos. Se casó temprano y tuvo dos retoños a la edad de 16 años años. Se embarcó en una carrera delictiva desde 1945 y de inmediato mostró sus habilidades, escalando rápidamente en la jerarquía de la ‘Cosa Nostra’. En 1963, perseguido por el Poder Judicial italiano, huyó primero a Estados Unidos, luego a Brasil donde se involucró en el tráfico de drogas e incluso compró una isla.

TROME - John Kelvin abandonó Penal de Lurigancho (Video: Carlos Olivares)
TROME - John Kelvin abandonó Penal de Lurigancho (Video: Carlos Olivares)

‘EL JEFE DE DOS MUNDOS’

Esto le valió el apodo de ‘el jefe de dos mundos’. Pero el imperio Buscetta se derrumbó. Fue arrestado por la Policía carioca, extraditado a Italia donde fue torturado. En 1980 logró escapar de la prisión y regresó a Brasil para huir de ‘la segunda guerra de la mafia’, donde el sanguinario clan de los ‘Corleoneses’ (de Corleone), comandados por el sanguinario Salvatore ‘Toto’ Riina, que asesinaron entre 1980 y 1983 a más de mil mafiosos rivales.

Después de casarse con su tercera esposa, Cristina, una garota mucho menor con la que tuvo dos hijos, Buscetta fue nuevamente arrestado por la Policía brasileña. Profundamente dolido por las ejecuciones de personas cercanas a él y sobre todo por los asesinatos de sus dos hijos mayores en Palermo -a los que desaparecieron en ácido-, un cuñado, un yerno y cuatro sobrinos, crímenes ordenados por Riina.

Loco de dolor, Tommaso trató de suicidarse en prisión, pero lo salvaron y fue extraditado a Italia. Una vez de regreso, tomo una decisión que cambiaría tanto su vida como la de la mafia. Se reunió con el legendario e incorruptible juez Giovanni Falcone, quien se ganó su confianza y lo convenció para que colaborara como delator ante el Poder Judicial.

La información que Buscetta proporcionó a las autoridades italianas fue la más importante nunca antes obtenida. Por primera vez fue posible dar un golpe rotundo a la ‘Cosa Nostra’. 475 personas fueron acusadas y el ‘Juicio Maxi’ tuvo lugar en Palermo.

Buscetta fue el testigo clave confrontándose cara a cara con los jefes mafiosos y asumiendo un riesgo sideral. Hizo de la ‘Cosa Nostra’ su enemigo y a pesar del peligro se mantuvo firme en su tarea. El juicio terminó con 360 condenas, muchas de ellas a cadena perpetua para los ‘capos’.

En 1992, el juez Falcone fue asesinado junto a su esposa y guardaespaldas al volar con dinamita sus autos en plena carretera, atentado ordenado por el vengativo ‘Toto’ Riina. Para asegurar su anonimato, se sometió a una cirugía estética y se mudó primero a Brasil y luego a Estados Unidos donde pasó el resto de su vida bajo el programa de protección de testigos y finalmente murió de cáncer en el 2000, en la tranquilifdad de su cama y con su familia lejos de los esbirros de la mafia que pusieron precio a su cabeza.

El filme abarca las décadas de los ochenta y noventa, y establece otras dos caras de una misma moneda: la del criminal mujeriego, Buscetta, frente al ermitaño y falso moralista, representado ‘Toto’ Riina, a quien condenarían a ¡24 cadenas perpetuas!

En el país se vienen también tiempos de delaciones, que al igual que en Italia servirán para hacer caer a una siniestra mafia enquistada en lo más alto de Palacio de Gobierno. Al igual que en Sicilia serán los propios miembros de esa agrupación criminal, hoy convertidos en ‘colaboradores eficaces’, quienes delaten al principal cabecilla y a su cogollo. Así los amenacen y los llamen ‘traidores’. Apago el televisor.

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