Este Búho siguió con atención la lectura de sentencia de , más conocido como el ‘Tony Montana’ peruano. El Poder Judicial ha determinado seis años de pena privativa de la libertad por conspirar para el narcotráfico, los que ya cumplió mientras se le investigaba. Pese a ello, no podrá hacer maletas aún, pues tiene otro proceso pendiente, el de lavado de activos.

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Conozco de cerca el caso Oropeza. Aquel setiembre de 2015, cuando fue capturado en el exclusivo balneario de Salinas, en Ecuador, una bella y exhuberante rubia marcó a mi celular. ‘Búho, te espero en Lince. Te quiero contar sobre la alocada vida del Tony Montana’. En una cebichería de ese distrito, la rubia -a quien conocía desde hace muchos años en circunstancias que me reservo- había ‘gozado’ al ‘grande capo, grande uomo’ en las bacanales que realizaba en sus mansiones.

‘Sus fiestas eran un desbande total. Contrataba reguetoneros de moda, ofrecía whisky etiqueta azul y siempre tenía que haber mujeres bonitas, voluptuosas, dispuestas a todo. Hacía gala de su armamento y esas celebraciones podían durar días’, me relató a la vez que me mostraba fotos y videos de esas juergas. Ciertamente, antes de saltar a la luz pública, Gerald Oropeza llevaba una vida de despilfarro. Además de las fiestas, era aficionado a los autos de carreras. En su cochera tenía un Seat León, un Audi TT, un Porsche 911, un Ferrari F12 Berlinetta, un Audi R8. Valorizados todos en un millón de dólares. También tenía como hobby realizar viajes al extranjero con frecuencia. Su registro migratorio entre 2013 y 2015 reveló que entraba y salía del país de manera constante. Sus destinos favoritos eran México, Cuba, República Dominicana, Estados Unidos, Colombia, Argentina, Panamá, El Salvador, Chile, Italia y España.

EL ATENTADO QUE PUSO AL DESCUBIERTO A OROPEZA

Precisamente, luego de vacacionar en Cancún fue cuando sufrió un atentado que lo haría protagonista de las páginas policiales durante meses. Sucedió en el distrito de San Miguel. Entonces, su Porsche Cayenne blindado fue atacado con 40 disparos de fusiles AKM y dos granadas de guerra. Gerald Oropeza y sus cuatro acompañantes, entre los que se encontraba Olenka Cuba, hoy pareja del cumbiambero Leonard León, sobrevivieron al ataque. Al huir de la escena, el autodenominado Tony Montana cometió un error del que se arrepentirá toda su vida: olvidó su celular en la gaveta de la camioneta. Al hallar este objeto, los sabuesos de la Policía encontraron fotos, videos y conversaciones que vinculaban a Oropeza con un capo de la mafia italiana, Salvatore Zazo, conocido en el bajo mundo como ‘Zazá’. En dichas conversaciones, Gerald Oropeza coordinaba envíos de Perú a Italia a través del puerto del Callao. Hablaban en códigos que la Policía entendía claramente. Entonces se le acusó de ser cabecilla de una organización que se encargaba de ‘preñar’ con cocaína containers que zarpaban del primer puerto hacia Europa. Por ese motivo, el Tony Montana peruano habría sufrido el ataque, pues otra mafia reclamaba exclusividad para esos delitos, la de Gerson Gálvez, alias ‘Caracol’.

Para el Ministerio Público, la fortuna de Gerald Oropeza no provenía de su empresa de limpieza Sergero Sac, que le había heredado su padre, sino de esos negocios truculentos. Hoy, Gerald Oropeza se congela en el penal de Yanamayo, en Puno, lejos de esa vida desenfrenada. Sus autos y propiedades fueron subastadas. Las amiguitas que antes lo acompañaban en sus fiestas y sus viajes se hicieron humo y muchas lo desconocen. En una última entrevista se le vio demacrado, escuálido, muy distinto a ese Gerald que posaba con sus naves o su pistola. Muchos se preguntan si acaso no le conviene la fría prisión, en donde estará a salvo, o la calle, donde su cabeza tiene un precio. Apago el televisor.

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