Este Búho recorre plazas, conversa con las caseras en los mercados, sube al Metropolitano, habla con taxistas, para conocer el pulso de la calle y la verdad es que hay una gran indignación con Dina Boluarte. El descontento es generalizado. Es una tarea complicada encontrar a alguien que diga que la presidenta está haciendo las cosas bien. Ella, sus ministros sobones y varios congresistas podrán repetir que ante el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo, la presencia de Boluarte en Palacio garantiza la ‘gobernabilidad’.
Pero solo eso no basta y no nos podemos quedar ahí. Dina Boluarte ya se va para los tres años en el poder y es evidente su incapacidad para gobernar. No sorprende, si tenemos en cuenta que su gobierno es la continuidad del desastroso régimen del ignorante y ladrón Pedro Castillo, del que fue su vicepresidenta y ministra, y cuyo discurso socialista ella repetía en campaña.
Dina, en su mensaje por Fiestas Patrias en el Congreso, dijo que Cuba, Venezuela y Bolivia son ‘países fallidos’ por culpa del socialismo, que lo único que multiplica es el número de pobres. Pero en el Perú podríamos decir que el de Boluarte es un ‘gobierno fallido’ que se sostiene solo con el apoyo interesado del fujimorismo, del acuñismo y de Perú Libre.
La nueva Mesa Directiva del Parlamento es penosa, con un titular como José Jerí, quien tiene una gravísima denuncia por violación sexual; con Fernando Rospigliosi representando al partido de Keiko Fujimori, con el indescriptible Waldemar Cerrón que está ahí solo para defender los intereses de su hermano prófugo Vladimir, y con Ilich López involucrado en el caso ‘Los Niños’.
Muchos ‘otorongos’ apoyaban a Castillo por licitaciones y contratos para sus familiares y hoy dan su respaldo incondicional a Dina para seguir con sus goyerías.
La economía no crece lo suficiente para reducir el número de pobres que ya llega a los diez millones, la terrible anemia en los niños aumenta y el país está jaqueado por los extorsionadores que asesinan sin compasión por cupos de cinco soles.
Mientras tanto, los altos mandos de la Policía hacen fiestas y se compran autos de lujo con la plata de esa institución, en lugar de adquirir patrulleros. Vivimos en un país caótico donde no hay mano dura contra los delincuentes, incluidos los corruptos, y la plata no le alcanza a los peruanos.
Es triste ver a muchas familias en los mercados comprar apenas un poco de menudencia de pollo para sobrevivir. Eso a la mandataria no la conmueve en absoluto y con todo el desparpajo se sube el sueldo a más de 35 mil soles. La gente que pasa hambre y que en las noches se tiene que ir a la cama sin cenar sabe que en Palacio la casta de burócratas que vive de nuestros impuestos engorda con lomo fino que se compra con el dinero del Estado.
En comparación con otros años, el Despacho Presidencial incrementó su consumo de carnes, embutidos, gaseosas y otros alimentos entre enero y abril de este 2025, desembolsando más de 600 mil soles.
Cómo ese despilfarro abusivo e inhumano en un país de niños desnutridos no va a sublevar a la gente. Ese es el ejemplo que dan las actuales autoridades, que sin ninguna vergüenza demuestran que solo buscan llegar al poder para exprimir al país todo lo que puedan y llenarse de plata en el menor tiempo posible antes de que culmine su periodo.
El peligro es que estas injusticias empujan a muchas personas, que se sienten impotentes por no poder cambiar nada de esto, a equivocarse eligiendo alternativas políticas radicales y trasnochadas que fracasaron mil veces en otros países, y que pueden llevarnos al abismo.
Dina critica el fracaso de Cuba y Venezuela, pero hace todo lo necesario para mandarnos al mismo hoyo. Apago el televisor.
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