
Este Búho se sorprendió con las declaraciones de Lucy Cabrera en ‘Café con la Chévez’ sobre el infierno que vivió la recordada ‘Chelita’ cuando estaba postrada en una cama víctima del cáncer. Su propia hermana reveló que la actriz no merecía vivir sus últimos días en una cama con la pata rota, con las paredes llenas de hongos y sin una persona que la atienda.
Ella fue una de las principales figuras de ese gran programa cómico de la década de los 80, ‘Risas y salsa’. Recuerdo que a inicios de los ochentas, el también desaparecido Rodolfo Carrión, ‘Felpudini’, frecuentaba la casa de las hermanitas Cabrera en San Juan. Fue él quien echó ojo a la flaquita bonita, Analí. Fue su primer amor, su ‘Pigmalión’ cuando la llevó a hacer café teatro a ‘La Gata Caliente’. Todos querían ‘partir’ al feo de Rodolfo, pero él se la ganó con su carisma. Se casaron y vivieron siete años en ese monstruo televisivo que se llamó ‘Risas y salsa’.
Juntos protagonizaban uno de los sketches más recordados del programa, ‘El jefecito’. Antonio Salim era el gerente, el señor Federico Lanzarotti, un colorado libidinoso que intentaba de todo con tal de llevarse a la cama a su secretaria ‘Chelita’.
Analí desplegaba un personaje ingenuo, pero siempre llevaba hasta el límite las propuestas indecentes del jefe, solo que estas nunca se consumaban porque el metiche e inoportuno de ‘Felpudini’ se encargaba de malograrles el plan, advirtiéndole a la celosa esposa del jefe (Mabel Duclós). Esa pareja fue histórica en el mundo de la comicidad peruana.
‘Chelita’ desplegó sus dotes de vedette al protagonizar musicales que quedaron en la retina de los televidentes, como el baile de Michael Jackson.
Con toda razón, ella era considerada una de las pocas vedettes del medio. Actriz dramática, trabajó en ‘María de los Ángeles’ (2005) y ‘Rehenes’ (2010). Bailarina y hasta cantante, ya separada de ‘Felpudini’ inició en Lima el ‘boom’ por el gimnasio. Fue pionera en tener una secuencia de aeróbicos en la televisión y también al contar con su propio gimnasio en San Miguel, en la casa de su nueva pareja, el exitoso productor de televisión Luis Carrizales.
En una época donde las figuras de la pantalla chica estaban sumergidas en escándalos, Analí fue el prototipo de mujer sana, ‘light’. Por eso a todos sus amigos y familiares les dolió que, siendo una persona tan cuidadosa con su cuerpo, haya padecido cáncer de pulmón. Pero en la adversidad supo afrontar valientemente la enfermedad. No se escondió ni se sumió en la amargura, más bien le dio un mensaje de fuerza y esperanza a todas las personas que padecen estos males. Apago el televisor.








