
Este Búho observó con sorpresa cómo uno de los matrimonios más sólidos de ‘Chollywood’ de desmoronaba ante cámaras. Me refiero al de la ex reina de belleza Maju Mantilla y Gustavo Salcedo. Los programas de farándula informaban casi en directo las ‘perlitas’ que iban saliendo día a día de aquella relación que se selló con una boda hace más de una década. Infidelidades por aquí, infidelidades por allá.
No soy nadie para juzgar, pero me apenó mucho que una familia se desintegre de esa manera, bajo las luces, los reflectores y la comidilla de ‘metiches’ y ‘opinólogos’. No pude dejar de comparar aquella ‘novela’ peruana con la película gringa ‘Historia de un matrimonio’, que se puede ver por Netflix.
Se trata del retrato crudo y sin maquillaje de un amor que se va transformando, primero en decepción, en despecho, en impotencia, en resentimiento, en ira, pero que al final regala una gran lección.
Es una película hermosa en su fondo y forma, pues el director supo plasmar con majestuosidad ese sabor agrio de una ruptura.
El inicio del largometraje, dirigido por Noah Baumbach, desnuda los sentimientos que cada personaje calló. En este, Nicole (Scarlett Johansson), una reconocida actriz, describe punto por punto las virtudes de su aún esposo, lo que admira y ama de él.
Lo mismo hace Charlie (Adam Driver), un exitoso director teatral. Aunque este es solo un monólogo interior, queda claro que a pesar de la separación la joven pareja continúa amándose... pero no se soporta. Las familias perfectas no existen.
En medio de este escenario o guerra está el gran Henry de ocho años, hijo de Nicole y Charlie. Aunque todo hacía pensar que sería una separación amigable y madura, pues ambos decidieron seguir el proceso sin abogados y lejos de los tribunales, esta se vuelve tormentosa, despiadada y saca lo peor de cada uno cuando así sucede.
La película, que contiene escenas desgarradoras, como esa en la que ambos personajes se enfrentan y terminan diciéndose verdades hirientes, caló profundamente porque abordó la separación y el divorcio desde una perspectiva tan real que quienes han pasado por ese proceso se sienten identificados.
Las participaciones de Johansson y Driver son impecables, tanto como el de la abogada de divorcios, interpretada por Laura Dern. Sobre el filme, el director no oculta que su obra maestra recoge episodios de su propio divorcio de Jennifer Jason Leigh: “El divorcio es una especie de muerte. En realidad, la sensación que deja es muy parecida a la de un dolor fantasma, es como un brazo amputado”, explica.
“Duele algo que ya no te pertenece, que ya no tienes. Si pierdes a un ser querido, basta con hacer el duelo correcto. Ya no está más. Pero la persona con la que has convivido es parte de ti mismo y sigue ahí al otro lado del teléfono. Separarse de ella (o él) es separarte de ti mismo”, agregó en una entrevista. La película recibió 6 nominaciones al Oscar y apenas ganó el de actriz de reparto. Vale la pena verla. Apago el televisor.
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