Guillermo Bermejo (Foto: Fernando Sangama / @photo.gec)
Guillermo Bermejo (Foto: Fernando Sangama / @photo.gec)

Este Búho observa que, de acuerdo a las evidencias y testigos presentados ante el Poder Judicial, , lo que no es poca cosa tratándose nada menos que de un congresista. Hablamos de una de las organizaciones terroristas más sanguinarias del mundo, cuyos integrantes asesinaron a miles de inocentes de las formas más atroces por órdenes del monstruo Abimael Guzmán.

En los años ochenta del siglo pasado, su consigna era la ‘guerra popular prolongada del campo a la ciudad’, inspirada en las tácticas del maoísmo para tomar el poder. Esa sangrienta guerra provocó alrededor de 69 mil muertos en el Perú.

Eran tiempos en que Sendero empleaba los mortales ‘coches bomba’, volaba torres de alta tensión y perpetraba cobardes asesinatos selectivos de policías, militares, jueces, fiscales y periodistas. Años en que diezmaban a machetazos a poblaciones campesinas. Colgaban en la vía pública a perros a los que mataban cruelmente, como advertencia de que su sed de sangre no tenía límites y que estaban dispuestos a todo para lograr sus siniestros objetivos.

Hoy algunos pretenden pasar por agua tibia esos largos años de barbarie y horror. Pero esa gravísima actitud se debe en parte a que, tras la derrota de Sendero por las armas, decidieron continuar su guerra ideológica infiltrándose en colegios, fábricas, universidades y otras instituciones, ante la escandalosa desidia del Estado, que no hizo nada por evitarlo.

Su gran logro es que ahora muchos jóvenes confundidos ven a Abimael y a sus huestes de la muerte como a ‘valientes luchadores sociales’ que dieron su vida por lograr un cambio. Al terrorismo que cometieron lo llaman de forma huachafa ‘conflicto armado interno’. Y, en cambio, llaman ‘asesinos’ y ‘genocidas’ a policías y militares. ¡Increíble!

Esa peligrosa lavada de cerebro ha hecho que se relativice y se vea como algo normal, incluso necesario ‘para la reconciliación del país’, como dicen, que algunos de esos criminales, o seguidores de esa ideología, ocupen cargos clave en el Estado. Precisamente en el Estado que buscan destruir para instaurar uno de odio y terror.

La Justicia condenó a quince años de prisión a Bermejo, a quien se le imputa el delito de terrorismo en la modalidad de pertenencia a Sendero Luminoso pues, según han asegurado testigos y colaboradores, visitaba campamentos terroristas en la selva para recibir adoctrinamiento e instrucciones de operación. Tenía la misión de captar a jóvenes y buscar contactos terroristas en otros países. Eran los años en que Sendero también se dedicaba al narcotráfico en la selva central.

No hay que olvidar que Bermejo llegó al Congreso gracias al prófugo Vladimir Cerrón, quien le abrió las puertas de su partido Perú Libre cuando esas denuncias ya se conocían. Bermejo, a su vez, en plena campaña por la Presidencia, llevó a Pedro Castillo al Vraem para contactarlo con cocaleros a fin de que le den su voto.

Castillo, además, nombró ministro de Trabajo a un tipo como Iver Maraví, quien fue acusado de haber participado en atentados de Sendero. Dicho sea de paso, Castillo y Dina Boluarte demostraron ser unos completos inútiles como presidentes, demostrando una vez más que la izquierda es un desastre cuando gobierna. Desde el 2021, cuando el chotano llega a la Presidencia, los casos de extorsiones se han disparado y fue lo que provocó la caída de Dina.

José Jerí, como titular del Congreso, la reemplazó de forma constitucional en medio de numerosas críticas, incluida la de este columnista, que prefería al general Roberto Chiabra.

Al histriónico Jerí lo llaman ‘figureti’ y parece que copia a Bukele. Puede ser, pero al menos muestra ganas de trabajar. Veremos si solo se queda en el gesto, que por sí solo no soluciona nada y sería solo un engañamuchachos, o va adoptando medidas eficaces contra la delincuencia.

Por lo pronto, se ha habilitado un pabellón de máxima seguridad en el penal Ancón 1, para los delincuentes más peligrosos, en el que ya han depositado a 45 asesinos y extorsionadores.

Era una solicitud reiterada de este Búho, que pide cárceles como en la que está encerrado ‘El Chapo’ en Estados Unidos, donde está totalmente aislado. También hay que eliminar la corrupción en los penales, de lo contrario, los presos seguirán dirigiendo a sus bandas y derramando la sangre de más peruanos. Apago el televisor.

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