"El Chapo" Guzmán se está quedando loco y calvo en la cárcel
"El Chapo" Guzmán se está quedando loco y calvo en la cárcel

Este Búho está convencido de que estamos en guerra con las organizaciones criminales que todos los días ponen explosivos para extorsionar y matan a choferes, comerciantes y pequeños empresarios. Para combatir a estas lacras se necesitan medidas radicales y dudo mucho que este gobierno incapaz pueda hacerlo. Indigna ver en reportajes televisivos cómo peligrosos delincuentes ordenan ataques desde las celdas de los penales donde viven con todas las comodidades que les brinda la plata manchada de sangre. Al margen de la corrupción que pudre todo, no hay carácter ni decisión para enfrentar a estos malditos que aterrorizan a la población.

El Chapo Guzmán cumple una condena de cadena perpetua en Estados Unidos. (AP).
El Chapo Guzmán cumple una condena de cadena perpetua en Estados Unidos. (AP).

En los penales del Perú debería existir un régimen carcelario para cabecillas como el que vive el narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien se está volviendo loco bajo el régimen de alta seguridad en la prisión ADX Florence, en Colorado, Estados Unidos. Y se lo merece por todo el daño que le hizo a la sociedad.

Recientes informes revelan que el que fuera líder del Cártel de Sinaloa presenta un avanzado deterioro físico y mental. Vive aislado casi por completo, con pocas visitas y sometido a un régimen extremadamente estricto. El narco sufre de alucinaciones, pérdida de memoria y escucha voces y música que no existen. En Colorado se impone al mexicano un aislamiento de 23 horas diarias, sin contacto regular y con acceso limitado al mundo exterior.

¿Por qué no se hace esto en el Perú? Nunca olvidaré el día que ‘El Chapo’ fue condenado en el 2019 a cadena perpetua y a ¡treinta años más!, luego que fuera extraditado dos años antes. El mafioso se quebró cuando dijo: “Nunca más escucharé pronunciar mi nombre”. Hoy vemos que existe en el cable toda una alegoría al delito, sobre todo de narcotraficantes, a quienes en series de TV muy populares los pintan como personajes carismáticos y hasta inteligentes para planificar sus sucios negocios, al punto de que no son pocos quienes los admiran.

Como ejemplo se ven las historias producidas de Pablo Escobar o ‘La reina del sur’. Pero el juicio permitió que la gran mayoría de la opinión pública —y el jurado de Nueva York— conociera la otra cara del narcotráfico en su faceta más siniestra. ‘El Chapo’ cobardemente ofreció ¡un millón de dólares! para que asesinaran a la modelo colombiana Andrea Vélez Fernández. Antes que los sicarios del mexicano acabaran con su vida, fue reclutada como testigo protegida por el FBI. ¿Quién era Vélez Fernández y por qué ‘El Chapo’ quería silenciarla? Fue la secretaria personal del narco ‘colocho’ Alex Cifuentes.

La caleña reconoció en el juicio que ella, a pedido del sinaloense, instaló una agencia de modelos en México que solo era una fachada, pues servía en primer lugar para conseguirle las más hermosas mujeres a Joaquín, quien —según la testigo— se obsesionaba con algunas, les interceptaba sus teléfonos y si eran ‘infieles’ terminaban en una tumba o eran violentadas o desfiguradas. La otra ‘misión’ de Vélez era encargarse de que sus ‘modelos’ les ofrecieran favores sexuales a políticos y altas autoridades militares y policiales corruptas de México, por orden de Guzmán, para de alguna manera mantenerlos ‘felices’ de integrar sus ‘planillas’. También confesó que Guzmán la quería muerta porque le encargó que le ofreciera a un general mexicano ¡diez millones de dólares! para que dejara de perseguirlo. Como el militar no aceptó, el narco pensó que Andrea lo había traicionado y pidió a los ‘Hell Angels’ (Los Ángeles del Infierno), pandilla de motociclistas, que la asesinen.

La modelo pidió perdón al juez por haber trabajado por el narcotráfico. “También le pido perdón a usted, señor Guzmán. Soy la voz de muchas víctimas de esta guerra, pude sobrevivir, pero otras perdieron la vida”, sostuvo entre sollozos mientras el condenado la miraba impávidamente. Cuando le tocó el turno de hablar, ‘El Chapo’ dijo que con él se cometió una ‘injusticia’ y que su encierro en una prisión federal ‘es una tortura física y psicológica’ las veinticuatro horas del día.

La Corte de Nueva York también ordenó que se le incauten propiedades y cuentas ascendentes a doce mil setecientos millones de dólares que deberá pagar de reparación civil. Lo que más le ardió al narco fue cuando el juez dijo que sus crímenes fueron ‘de una maldad avasalladora’. Con la condena, al criminal mexicano se le acabó el mito del más famoso y escurridizo jefe del Cártel de Sinaloa. Era toda una ‘joyita’, pero ahora sigue pudriéndose en la cárcel, porque el crimen sí paga. Apago el televisor.

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