Este Búho se sorprende con la espectacular convocatoria para los conciertos del mayor exponente del llamado ‘trap latino’: Bad Bunny. El portorriqueño incluyó a Perú en su gira mundial ‘World’s Hottest Tour’ que lo llevará este año por escenarios de Estados Unidos, Europa y América Latina.
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El primer día de la preventa en enero, medio millón de personas intentaron comprar un boleto de los cuarenta mil puestos a la venta. Tal fue la demanda que tuvieron que alterar el orden de la gira, al incluir una fecha más en noviembre, mes que el intérprete de ‘Callaíta’ aterrizará en Lima para tener sus presentaciones en el Estadio Nacional.
Los aforos en las ciudades latinas son hasta de 98 mil asistentes (estadio Azteca de Mexico DF) o 48 mil para el de Vélez Sarsfield, en Argentina, donde tendrá dos presentaciones, o 45 mil para el estadio Atanasio Girardot de Medellín (dos fechas) y el Estadio Nacional de Lima (45 mil, dos fechas). Las entradas más caras, como en la zona La Playa, se valorizaron en 680 soles y La Platinium 467 soles. Esos boletos fueron los que se agotaron primero, pese a que somos un país en crisis económica. Cuando me enteré de estas cifras, solo pensé en el panameño Edgardo Franco, un grande, ‘El General’, mil veces mejor que el Conejo Bad y todos estos nuevos reyes del trap, quienes le deben todo al panameño con sus inmortales ‘Muévelo’ y ‘Rica y apretadita’, que les abrió el camino de la fama y la fortuna.
El Búho: ‘Menudo’ y la tragedia en su concierto de 1993 que dejó una fanática muerta
Ingreso al túnel del tiempo. Pude ver como periodista el fenómeno musical que generó ‘Menudo’ y la tragedia en su concierto de 1993 que dejó una fanática muerta. La joven Cecilia Huamán era una gran fan de Menudo y decidió asistir a su concierto en el estadio del club Lawn Tennis, cuando se encontraban en la cima de su éxito musical con su hit radial ‘Me sigue pareciendo frío’, pero nadie se imaginaría el trágico final de dicho concierto.
Se sabe que Cecilia y sus amigas de San Juan de Lurigancho no contaban con los recursos para poder comprar sus boletos para el concierto de Menudo, por lo que decidieron adquirirlos con una promoción en la que juntaban dos tapas de gaseosa más 10 nuevos soles. El día del concierto, el estadio del club Lawn Tennis superó su aforo y más de cinco mil asistentes, en su mayoría adolescentes mujeres, esperaban ver lo más de cerca posible a Ricky López, Angelo García, Abel Talamantez, Ashley Ruiz y Adrián Olivares. Una vez que Menudo subió al escenario, los que se encontraban en la parte de atrás comenzaron a empujar para poder estar mas cerca del escenario y tal fue la fuerza que muchas jóvenes quedaron atrapadas en las rejas de contención. Cecilia Huamán, de quince años, fue una de las que quedaron atrapadas en las rejas y la falta de aire provocó su muerte. 200 personas quedaron heridas y fueron llevadas a diferentes hospitales.
Lo increíble es que, a pesar de esa tragedia, los integrantes de Menudo no se enteraron de nada y siguieron cantando, y solo supieron de lo ocurrido cuando bajaron del escenario. Pero no todo fue desgracias en las presentaciones de Menudo. Este columnista nunca olvidará aquel año de 1982 cuando el visionario broadcaster Genaro Delgado Parker introdujo al país a un grupo sanazo, Menudo, vía su televisora Panamericana. Cada treinta minutos pasaban el videoclip de una canción de los chibolos. Pantel había lanzado al mercado un disco con lo mejor de sus tres álbumes editados en 1981, y pagando una bicoca se hizo rico, porque había una lluvia de hits que encandilaron a los niños, adolescentes y hasta jóvenes que tarareaban las canciones del disco de la hermana menor.
En todos los colegios se cantaban los éxitos: ‘Súbete a mi moto’, la balada ‘Quiero ser’, ‘Claridad’, cover de Umberto Tozzi; ‘Mi banda toca el rock’, ‘No que no’, de Pedro Marín; ‘Fuego’, ‘Cosita loca llamada amor’, cover de Queen. Todo lo que versionaban los chibolos se convertía en oro. Pero Genaro tenía el paquete completo: la telenovela de Menudo, ‘Quiero ser’.
A las siete de la noche ningún padre de familia podía impedir que sus hijas se despeguen del televisor para ver a Johnny Lozada como colegial templado. En setiembre de 1982 llegó el grupo a Lima y la ciudad se volvió loca. Pero pudo haber una desgracia, porque los malditos terroristas de Sendero Luminoso amenazaron con poner una bomba. Me quedé corto. Mañana continúo con los grandes conciertos vividos por este columnista. Apago el televisor.
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