Este Búho, gracias a mi tío Kike Marca, hoy un señor abogado, se volvió adicto al fútbol desde muy niño. Con mi tío muchachón compartía los primeros partidos vía satélite de la selección peruana. Gracias a la llegada del hombre a la Luna, por primera vez pudimos ver en directo acontecimientos como los partidos de fútbol fuera del Perú.
Recuerdo perfectamente aquel Bolivia-Perú de 1969, en La Paz, durante la eliminatoria. Ingreso al túnel del tiempo.
LA LEYENDA NEGRA DE CHECHELEV: La selección había hecho lo más difícil: ganar a Argentina en Lima con golazo de ‘Perico’ León. Con un empate ante Bolivia y un triunfo en Lima ante los altiplánicos ya estábamos clasificados y no importaba el resultado con Argentina en ‘La Bombonera’. En el estadio Hernando Siles, de La Paz, nuestra selección ganaba cómodamente 1 a 0, con golazo del gran Roberto Chale. Pero los bolivianos no eran once, sino doce, porque arbitraba un ciudadano yugoeslavo -después de supo que era un criminal de guerra- nacionalizado venezolano: Sergio Chechelev. Hasta hace unos años, el peor insulto a un árbitro peruano era gritarle ¡Chechelev! Esa tarde Bolivia empató con una cargada al portero Rubiños que Chechelev no cobró. 1 a 1. Luego, Chumpitaz cometió un autogol. Pero Perú siguió atacando y el mítico Alberto Gallardo de un zapatazo limpio empató el partido. Fue ahí donde la mano negra de Chechelev construiría su historia siniestra. Anuló el gol sin dar ninguna explicación. Era un gigante robusto y ni hablaba bien el castellano. El cabezón Ramón Mifflin y Nicolás Fuentes fueron a reclamarle y el árbitro los menospreciaba. Fue entonces que se puso la camiseta boliviana y ¡¡los expulsó a los dos!! Los peruanos lloraban al término del partido. Ahora los chibolos ya saben cuando sus tíos y abuelos les hablen del siniestro ‘Chechelev’.
TRIUNFO DONDE NACEN LOS CÓNDORES: Para la Copa América de 1975, nos eliminábamos con Chile y Bolivia. Los altiplánicos nos temían y no nos llevaron a La Paz, como hicieron con Chile, sino a una ciudad con mucho más altura y frío: Oruro. Los peruanos se aclimataron en Arequipa y en un avión de carga llegaron a Juliaca, de allí a La Paz y a la inhóspita ciudad minera de Oruro. Increíblemente, los héroes de aquel partido fueron oriundos de la costa: Teófilo Cubillas, de Puente Piedra, y Oswaldo ‘Cachito’ Ramírez, del Callao. El ‘Nene’ se hizo un jugadón y le puso una bola a ‘Cachito’ que venció al portero Galarza. ‘Cachito’ confesó: ‘Después de ese carrerón, ya no hice nada más, pero Marcos Calderón me felicitó y me dijo que solo quería un pique mío con gol y lo hice’. Fue un triunfo histórico. Ninguna selección ha vencido a Bolivia en Oruro.
LE AGUAMOS SU FIESTA MUNDIALISTA: Este Búho viajó por primera vez al extranjero en comisión periodística para el partido contra la selección boliviana, clasificada para el Mundial por primera vez en su historia. Era para Estados Unidos 1994. Con su equipo soñado: El ‘Diablo’ Etcheverry, ‘Platiní’ Sánchez, el golero Tricco, el machetero Sandy, ‘Coquita’ Rimba, el colorao Cristaldo, un verdadero equipazo que se clasificó eliminando a Uruguay. Solo fuimos dos medios a cubrir ese partido. Este columnista por un periódico popular junto al ‘Chino’ Walter Hupiú como fotógrafo, y América TV, con el eterno ‘Rulito’ Pinasco -un señor de señores- y mi hermano, el ‘Flaco’ Gustavo Barnechea, con quien hicimos un trío bravo -porque ‘Rulito’ era alta fidelidad con Sonia Oquendo- en la ciudad de Santa Cruz, donde están, junto con las colombianas, brasileñas y ‘venecas’, las más bellas mujeres de Sudamérica. La ciudad era una fiesta como París en la liberación de los nazis y las chicas cruceñas te besaban en la boca de felicidad. ¡¡Ahhh, qué buenos tiempos!! Pero bueno, el estadio Tahuichi Aguilera rugía de nacionalismo boliche. ‘¡¡Vamos a golear a Perú!!’, gritaban. Esa selección de Miguel Company empató a cero con gran actuación de ‘Ñol’ Solano, Percy Olivares y el ‘Carón’ Miranda.
Apago el televisor.
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