El presidente Martín Vizcarra promulgó cuatro de las seis leyes de la reforma política. (Foto: GEC)
Martín Vizcarra

Este Búho, como buen periodista, olfatea la calle todos los días. Abre bien sus ojazos y observa que la situación social y política del país está llegando a situaciones límite. Se vive un desgobierno. Ya ni siquiera somos el ‘Perú: Retrato de un país adolescente’, de Luis Alberto Sánchez; ni la ‘Lima, la horrible’, del entrañable Sebastián Salazar Bondy. Vivimos dos mundos paralelos.

EL PERÚ IRREAL: Lo conforma toda la mal llamada ‘clase política’. Empezando por el presidente Martín Vizcarra. Según el libro del periodista Martín Riepl, fue el entonces vicepresidente del mandatario PPK el que conspiró con el fujimorismo a espaldas de él, quien lo descubrió y encaró. El ‘castigo’ para Vizcarra fue la embajada de Canadá y después ya no contestaba las llamadas del Pedro Pablo.

Si lo que dice Riepl es cierto, entonces el que inició toda esta crisis política fue Vizcarra, por escuchar los ‘cantos de sirena’ del fujimorismo. Ahora se encuentra solo con su orgullo de Don Quijote, batallando contra los bravos molinos de viento del fujimorismo, con un Congreso mayoritario, con constitucionalistas comprados en la ‘cachina’.

¡¡Y todavía quiere gastar 800 millones de soles en un referéndum!! ¿En un país de anemia y friajes, acaso no es absurdo obligar a ir a votar nuevamente? Pero lo de Vizcarra queda chico con la responsabilidad que le corresponde a Keiko Fujimori y sus hordas de Fuerza Popular. A Keiko se le ‘apagó el televisor’ la noche en que le dijeron que ‘perdió por un cachito’.

Tal vez sea el ADN de su padre dictador, pero el asunto es que la ‘China’ inició una deleznable y desigual pugna con un octogenario presidente y una bancada ‘galleta de ambulante’ (que se quebraba al menor golpe). Keiko vivió una irrealidad tan grande que no se daba cuenta de que mientras se creía la ‘presidenta de facto’, sus ‘chicharrones’ judiciales la empujaban a una irremediable reclusión.

¿No viven esos políticos en las nubes y a espaldas del pueblo? ¿Puede haber algo más irreal que la actitud de Héctor Becerril y Mauricio Mulder? Según los encuestados de IPSOS, son los dos políticos, junto a Keiko, de quienes la mayoría del país espera que se larguen a su casa y, en vez de alistar maletas, arremeten ¡¡contra las encuestadoras!!

EL PERÚ REAL: La mayoría del país. Los que se levantan a oscuras, a las cinco o seis de la mañana, a tomar un frugal desayuno para lograr un sitio en una cola de anaconda del Metropolitano, con mañosos y carteristas al acecho. Son los que tienen que pagar peajes ‘truchos’, fruto de la corrupción. Son las chicas y chicos de colegio, los universitarios, que si cometen el descuido de sacar su celular en la vía pública, una mototaxi o un auto de ‘raqueteros’ se los lleva por encima y los puede arrastrar una cuadra, como al finadito sobrino de Paolo Guerrero.

El ‘Perú real’ es el que exige seguridad, más policías. El que sufre robos en el chifa, la pollería, la cabina de internet, la farmacia. Es el joven que puso una barbería, una bodega, y malditos con jerga limeña o llanera le roban los pocos soles de ganancia. Este Búho se ríe cuando los congresistas defienden con uñas y dientes el dinero que les dan por una ‘semana de representación’. Ellos viajan a sus pueblos -si viajan- a que los amigotes y familiares los agasajen, pero no van donde las ‘papas queman’.

¿Acaso Becerril y Velásquez Quesquén denunciaron que morían bebitos en el Hospital de Lambayeque por no tener incubadoras? ¡¡Nunca!! Y ahora, el ‘Perú real’ se indigna, porque los que pagamos puntualmente nuestros impuestos nos enteramos, por el acuerdo de la Fiscalía peruana con Odebrecht, que hay varios congresistas apristas que recibieron plata de Odebrecht. ¡¡Y uno de ellos la pega de moralista y anda de saltimbanqui en los programas de TV!!

Los brasileños eran muy ‘cucos’ para darles ‘codinomes’ (‘chapas’) en su blindada Caja 2 de la cutra. Pero hay tres ‘chaplines’ que, según todos los indicios, serían de connotados políticos del partido de la estrella. Como sostiene la revista ‘Hildebrant en sus trece’: ‘Castelo’ (en castellano, ‘Castillo’, ¿será el que todos conocen?). Luego el de ‘Pastor Alemán’, por un exministro de justicia aprista y congresista, y el último es ‘Sipán’.

El ‘Perú real’ está harto de este circo entre el Ejecutivo y el Congreso. Al ciudadano honesto solo le interesa que la economía esté estable, que haya empleo y no los asalten a ellos o a sus hijos al llegar a su casa de trabajar o estudiar, señores políticos incapaces. Apago el televisor.

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